ES HORA DE CUMPLIR
“Este es el presupuesto más alto que ha tenido la educación en Colombia”, con esta frase sacó pecho el gobierno nacional al anunciar los recursos con los que contaría la cartera educativa en 2018. Y es cierto: el presupuesto pasó de 33,5 billones de pesos en 2017 a 37,5 billones para este año. Pero esto no significa que todo el dinero sea para una mejor formación y calidad de la enseñanza. El 80 % del presupuesto se destina a gastos de funcionamiento en educación primaria, secundaria y media. Es decir, 30 billones de pesos son para salarios, prestaciones sociales y salud de los maestros; otros 3,4 billones, para los gastos de funcionamiento de la educación superior. Al final, solo el 9 % del presupuesto se destina a inversión. A pesar de que el grueso de ese dinero es para los maestros, es difícil entender qué está haciendo mal el país para que los docentes tengan tantas inconformidades y cesen sus actividades con frecuencia. No se nos puede olvidar el paro de 37 días de 2017, en el que los maestros protestaron por los incumplimientos en torno a la nivelación salarial y el sistema de salud del magisterio. Tras una negociación difícil que encabezó la ministra de Educación Yaneth Giha –cuando solo llevaba seis meses en el cargo– llegaron a unos acuerdos que trajeron la aparente calma para más de 350.000 docentes y para el país en general. El reto en ese entonces fue intentar, por todos los medios posibles, recuperar las clases que perdieron más de 8 millones de niños en Colombia. Como suele ocurrir, muchos pensaron que el tema ya estaba resuelto; pero en febrero de este año los maestros nuevamente salieron a paro. Según dijo Carlos Rivas, presidente de la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode), se han cumplido algunos puntos importantes pero no los vitales. Las propuestas de planes de financiación de vivienda, la reglamentación de las Normales Superiores, el nuevo Estatuto Docente y la modificación del decreto para agilizar el pago oportuno de las prestaciones sociales de los docentes son temas que todavía están pendientes, o más bien, que según Fecode, se han incumplido. ¿Hasta cuándo seguirán sufriendo los profesores?, ¿cuándo se les cumplirá todo lo prometido? Está demostrado que el futuro de millones de niños estaría en riesgo por las interrupciones de las clases, y que los profesores son grandes aliados para miles de padres colombianos que viven en condiciones difíciles. ¿Será que el gobierno que llegue tendrá la voluntad política para hacer una gran reforma estructural?