Desolador panorama para financiar la educación
Los estudiantes ya no ven al Icetex como una ayuda sino como un dolor de cabeza. Los bancos ofrecen créditos a corto plazo solo para quienes tengan ingresos y, en muchos casos la salida es adquirir una deuda con la universidad, pero no todas financian.
Frente a un alza en el valor de las matrículas para ingresar a la educación superior, las opciones para financiar una carrera son realmente pocas, y para rematar, las que existen son un dolor de cabeza. La banca privada ofrece opciones para quienes tengan un empleo o ingresos fijos, mientras que el Icetex, la entidad crediticia del gobierno, está cerrando la financiación para las universidades que no estén acreditadas en alta calidad. Semana Educación le explica por qué estas ayudas no son suficientes. Años atrás, cuando una persona terminaba su educación superior, accedía a un crédito para comprar su propia casa. Ahora, un universitario solo piensa en cómo pagar el crédito educativo que adquirió durante su época de estudio. Las cosas han cambiado: la educación cada vez es más costosa y el ingreso salarial de las familias es menor. Así lo evidencia un informe del Observatorio de la Universidad Colombiana, en el que se indica que, entre 2007 y 2014, el costo de la educación superior en las matrículas ascendió entre un 80 % y un 120 % en promedio, mientras que el
salario mínimo aumentó solo en un 42 % en ese mismo periodo de tiempo. Ante esta alza de precios, el estudiante, o sus padres, tienen que acudir a diferentes auxilios financieros. Aunque el Ministerio de Educación no tiene cifras de la población que estudia gracias a un crédito educativo, se conoce que muchos han accedido a préstamos cada vez más altos para tratar de alcanzar un futuro próspero. En esta encrucijada, quienes han tenido que endeudarse para no desertar del sistema educativo, no analizan su capacidad financiera. Desesperados, se arriesgan a tomar un crédito sin tener en cuenta muchas de las condiciones inherentes al préstamo y peor aún, sin saber si tienen capacidad para pagarlo. Para Roberto Zarama, profesor titular de la Universidad de los Andes, las alternativas de financiación directa que el país le ofrece al estudiante son muy pocas. “Las opciones de créditos que tenemos se parecen a las del sector hipotecario. Eso no se tendría que eliminar, pero es totalmente insuficiente. Necesitamos un tipo de financiación distinta y más masiva de la que ya tenemos”, expresa. Zamara asegura que una de esas opciones es la Financiación Contingente al Ingreso. Se trata de un esquema que ya existe en otros países y que es más consciente con el bolsillo de los jóvenes ya que, al finalizar su carrera, el estudiante paga una cuota baja que está ajustada a sus ingresos, por un número flexible de años. Algo muy distinto al préstamo tipo hipoteca, en el que generalmente se fija una cuota y un número de años para terminar de pagar. Esta nueva alternativa crediticia que entra a plenaria del Senado en cuarto debate, podría reemplazar poco a poco los créditos que ofrece el Icetex. A pesar de las bondades de esta nueva alternativa, por ahora los estudiante tendrán que continuar con el “viacrucis” de financiar su carrera con las opciones existentes.