LO QUE DICEN LOS JÓVENES…
DMIRITH BLANCO OROZCO. 27 AÑOS. ASISTENTE ADMINISTRATIVA.
espués de haber estudiado una carrera técnica de criminalística, Mirith decidió inscribirse en el Sena para estudiar sin tener que salir de su pueblo. “Lo más complicado fue acceder a los equipos para las clases de sistemas porque no servían y a veces no había Internet”, recuerda. Pero cuenta que sin haber completado esta carrera técnica no hubiera podido conseguir su trabajo actual en Sincelejo. “Aquí me siento realizada porque estoy poniendo en práctica lo que aprendí”, afirma.
YYAERIS RUIZ MUNZÓN. 30 AÑOS. ASISTENTE ADMINISTRATIVA.
aeris está por terminar sus prácticas en una empresa dedicada al cultivo del árbol de teca, en la vereda La Palmira. Cuenta que, como ella, fueron varios los jóvenes de El Chicho —corregimiento del municipio— que hicieron cursos del Sena. Para ellos es más cómodo viajar hasta San Onofre todos los días que mudarse a una ciudad para estudiar en una universidad. “Una carrera técnica para nosotros es el primer paso para arrancar en la vida laboral”, afirma.
YESMÍN GUERRERO SOLENO. 21 AÑOS. TÉCNICA EN ORGANIZACIÓN DE ARCHIVO.
Yesmín trabaja como cajera del almacén Olímpica, que abrió sus puertas al público el año pasado en San Onofre. En 2013, terminó su bachillerato y trató de seguir estudiando, pero tuvo que retirarse de Ingeniería Ambiental en una universidad de Cartagena y regresar a su pueblo. Ahí empezó en el Sena. “El semestre pasado hubo muchos inconvenientes porque no teníamos una sede, pero la idea era que encontraran un lugar, no que permitieran la salida del Sena de acá, porque para muchos es la única oportunidad para luego acceder a un trabajo digno”, dice.