Venta de medios arrecia la censura en Venezuela
Un equipo de 30 periodistas investigó las ventas de medios y los cambios de fondo y forma.
Más de 25 medios de comunicación venezolanos cambiaron de dueños en los últimos cinco años trayendo efectos nefastos para la libertad de prensa en ese país: cambios en las líneas editoriales, aumento de la información oficial, supresión de la investigación e incorporación de contenidos banales.
Así lo reveló una investigación divulgada por el Instituto de Prensa y Sociedad (IPYS) en Venezuela, una serie de reportajes en la que 30 periodistas de varias regiones se sumergieron en los “opacos” cambios de propiedad de los medios.
“Las ventas de los medios fueron antecedidas por una serie de presiones con apertura de procesos judiciales, que cayeron tras el cambio de dueños y de línea editorial”, explicó la directora del IPYS en Venezuela, Marianela Balbi.
Según la investigación, existe una relación directa entre los nuevos dueños con “actores políticos vinculados al gobierno nacional o a los gobiernos locales del chavismo”.
“Este proceso de concentración de medios arranca en el interior mucho antes que en Caracas, pero se convierte en un debate nacional cuando llega a los medios de la capital”, señaló Balbi.
Para explicar las consecuencias del trasvase de poder sobre los medios de comunicación en Venezuela, participó en la presentación del informe la caricaturista Rayma Suprani, despedida de “El Universal” tras casi 20 años por sus viñetas críticas con el Gobierno.
“En el periódico cada semana había rumores sobre la posible venta. No nos decían nada. Cuando me dijeron finalmente que se vendía pensé que con esa venta caía un bastión que había resistido a los avatares de los cambios”, relató.
“Yo comencé a hacer pulso con los editores, me llamaron a una reunión con el director. Lo que querían era que suavizara si quería mantener mi trabajo, pero yo aceleré”, añadió.
La caricatura que colmó el vaso fue una crítica con el fallecido expresidente Hugo Chávez y la situación de la salud en el país caribeño.
“Nosotros los periodistas no estábamos preparados para esto que ha ocurrido en Venezuela. Siempre hemos sido un poco quijotescos en esa idea del bien per se”, concluyó El domingo llegarán al país los cadáveres de los dos colombianos que murieron el miércoles pasado tras un ataque de presuntos terroristas en Túnez. Así lo dijo ayer el presidente Juan Manuel Santos durante un consejo de ministros en la ciudad de Valledupar, Cesar.
Se trata de los cuerpos de la esposa y el hijo del general en retiro del Ejército José Arturo Camelo, quien se salvó de morir en el atentado extremista que dejó más de 20 muertos en la capital tunecina.
El jueves, Camelo dijo a EL COLOMBIANO que los trámites habían sido demorados y complicados por las diferencias en el idioma, pero que esperaba que durante el fin de semana se resolviera la situación.
El general y su esposa Miryam Martínez viajaron a Túnez para celebrar el grado que había recibido en una universidad de España su hijo Javier Arturo Camelo, de 29 años, muerto también en el ataque.
Promesa de unidad
Túnez conmemoró ayer el 59 aniversario de su independencia con un largo lamento y una promesa repetida en las calles: la de apelar a la unidad para evitar que el