50 años de entrega por la juventud
Ciudad Don Bosco, en Robledo Aures, llegó a medio siglo de trabajo por Antioquia.
El 26 de enero pasado hubo una graduación muy especial en la Universidad de Antioquia. Carlos Arturo Valencia, un joven huérfano, quien desde los 15 años hizo su proceso de educación en Ciudad Don Bosco, obtuvo su título de Licenciado en Física-Matemática.
A los cinco años de edad, al perder a sus padres, Carlos, fue llevado a un hogar sustituto en La Ceja y a los 15, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf) lo trasladó para que siguiera sus estudios en Ciudad Don Bosco, Medellín, que está celebrando 50 años de presencia en la ciudad.
“La filosofía salesiana de Don Bosco es la felicidad de los jóvenes y así me la hicieron sentir. Mientras estudiaba, tuve afecto, respeto y comprensión y fue así como llegué a la universidad. Ahora soy padre de un hijo y, ya titulado, espero seguirle ayudando a los jóvenes de la entidad y hacer maestría en Física Aplicada o Matemática Aplicada.
Fabián de Jesús Cano, coordinador pedagógico de Ciudad Don Bosco, vivió un proceso similar al de Carlos.
En 1990 llegó, con 11 años de edad, a Ciudad Don Bosco.
En 1998 se vinculó a ella como educador sustituto y en 2003 obtuvo el título de pedagogo. Hoy, sus conocimientos los comparte con los niños y jóvenes de la institución.
La comunidad Salesiana llegó a Medellín en 1915 por solicitud de la Gobernación de Antioquia y la Curia, para que se hicieran cargo del colegio de artes y oficios Pedro Justo Berrío, con el fin de educar en técnicas a los jóvenes de escasos recursos.
María Auxiliadora
En 1923 contiguo al colegio levantaron el Santuario de María Auxiliadora y enseguida se ubicó un grupo de mujeres caritativas que les repartían alimentos a los niños trabajadores de la plaza y sector de Guayaquil. Estas mujeres luego le cedieron el terreno a los salesianos que construyeron el Patio, al que le hicieron dormitorios y empezaron a atender a esos niños vulnerables.
Después, al ver las necesidades educativas de estos niños, el sacerdote Carlos María González pensó en hacerles una ciudadela y en 1965, la Alcaldía les cedió el lote Potrero de las Mulas, en Robledo Aures. Los primeros 100 muchachos llegaron en 1972 y en 1974 empezaron los talleres de metalistería y ebanistería.
El Patio
Uno de los programas más visibles de Ciudad Don Bosco es el Patio, porque está ubicado en pleno centro de Medellín, la calle 49 con carrera 55.
Allí son capacitados 80 ni- ños internos, llegados de todas las poblaciones de Antioquia , que por vulneración de derechos hacen parte de un programa del Icbf y otros del de adopción.
Víctor Barreto, el coordinador, destacó que allí los niños, entre 7 y 14 años, reciben una atención integral con un equipo interdisciplinario de nutricionistas, médicos, odontólogos, sicólogos, trabajadores sociales y pedagogos y cursan la primaria, en medio de actividades lúdicas.
Luego, si lo desean, pasan a Ciudad Don Bosco de Robledo, donde hay otros 80 muchachos que cursan el bachillera-
to y se capacitan en talleres de metalmecánica, mecánica automotriz, artes gráficas, confecciones, electricidad, ebanistería, peluquería y mecánica industrial. Se gradúan de bachilleres y técnicos y salen, pero solo si se pueden reincorporar a sus familias.
Los que son solos y quieren seguir estudiando van al programa, creado en 2010 con el apoyo del Icbf, Para la Responsabilidad y la Autonomía o Casa de Egreso.
Cuenta con 12 jóvenes del programa del Icbf que no fueron adoptados, de quienes ya hay varios profesionales, entre ellos Carlos Arturo