VALLE DE ROSAS
Sagaz, rapaz, políticamente incorrecta twitter se ha convertido en la vitrina, la vox populi de los marginados sin voz, o como lo dijo Humberto Eco: “es la vitrina de los idiotas”, cada día un nuevo hasta alza polverío en un país polarizado con tufillo a gasolina y muy cerca a la candela. Del presidente Nicolás Ma
duro inundados de pajaritos, libros y libras y de muchos más twiteros conscientes y pensantes a la hora de escribir. Quedarán en la memoria colectiva de esta degeneración de millenials gente nacida del 80 a los 2000 creativos, emprendedores, vagos de profesión y muy dedicados a nuestra imagen superficial, en este vasto mundo quimérico que vivimos hoy, la guerra la podemos hacer desde nuestros baños sentados. Polarizamos Colombia en cómodas sillas de mimbre, sombrero en pecho y sonrisa siniestra a todo lo que trinamos, aglutinados de odios sedientos de poder.
Twitter es una gran herramienta cuando no campea la estupidez y no hay rencores ocultos saliendo disfrazados de caracteres, que no ayudan a la problemática de un país como Colombia, esto lo que hace es encender odios entre nosotros, peleando por cuál es el mejor político, el menos corrupto el menos inepto, más guerrerista, más imbécil, abriendo dos orillas que al final conducen a los más tenebrosos extremos, secuestro y sierras por el poder,
La paz se dará cuando aprendamos a amar las diferencias entre nosotros y usemos esos caracteres de twitter para perdonar, claro sin olvidar porque en el olvido no pueden quedar las voces que sucumbieron bajo el tormento de la guerra, ya que las generaciones futuras tienen el derecho y el deber de salvaguardar la memoria para que nunca más se vuelvan a repetir los ecos de guerra.
Para que cabalguemos “sobre valles de rosas buscan- do el cielo que hemos creído, en el viento buscando la risa perdida viendo la luz de las estrellas”, lo dice Yury Buena
ventura en su canción Valle de Rosas, elegía para encontrar la paz que necesitamos los colombianos, vislumbrada en un valle con espinas o sin ellas depende de nosotros y de nuestra capacidad para poder parar el ruido incesante de los fusiles fragmentando lo poco de estabilidad en este valle rocoso, espinoso y fútil que es nuestra patria
Twitter es una gran herramienta cuando no campea la estupidez.