BAJIRÁ ES NUESTRA
El Chocó necesita obras y servicios. Quieren que se les haga justicia, pero no de cuenta de Antioquia.
Los niños del primer año en el colegio de Las Carmelitas terminaron su calendario estudiantil. Eran niños de cuatro y cinco años que convivieron juntos en un pregrado que llamaban kínder.
Les hicieron su “acto público” con lectura de calificaciones de dibujo, manualidades, comportamiento etc., y por supuesto entrega de premios. Uno de los premios era un rumbador.
El rumbador era un pajarito de cartón que estaba atado a un cáñamo y este a su vez colgaba de una varita, que al moverla en círculos hacía zumbar al pajarito.
A uno de los niños le entregaron el rumbador como premio y al recibirlo empezó a hacerlo sonar. Esto que ve uno de los niños asistentes, hermanito de uno de los infantes del kínder y ahí mismo armó un escándalo porque se enamoró del rumbador y con gritos y llanto, conmovió a la hermana directora que no vio otro remedio que quitarle el rumbador al premiado y dárselo al llorón.
Los antioqueños desde hace muchos años venimos con una pugna con los hermanos chocoanos por los límites interdepartamentales en la zona de Urabá. Cuando el Chocó era una intendencia de los Territorios Nacionales, se extendía por gran parte del Urabá que hoy pertenece a Antioquia. Mucha parte de los territorios que hoy son Turbo, Chigorodó, Apartadó, Carepa y Mutatá, pertenecieron a la Intendencia del Chocó, pero cuando la ley le dio categoría de Departamento, se hizo una delimitación con Antioquia, que se extendía por el Suroeste hasta más allá de Carmen de Atrato, hoy perteneciente al Chocó.
Lo más reciente es el reclamo que los chocoanos vienen haciendo del corregimiento de Belén de Bajirá, por un caño, (considerado limítrofe) que se secó y el Agustín Codazzi, Instituto que define mapas y límites le asignó Bajirá al departamento del Chocó, lo que fue demandado oportunamente y está para estudio del Congreso de Colombia, que es la autoridad competente para definir este pleito.
Lo cierto es que el Gobierno Nacional envió al Chocó a dos delegados a resolver un paro cívico, y olímpicamente prometieron la intervención del presidente Santos para que Belén de Bajirá pasara a ser parte del Chocó. Lo mismo que hizo la Hermana Blanca en el kínder, le quitó el rumbador a su dueño, para calmar al llorón.
Afortunadamente salieron el gobernador Luis Pérez Gutiérrez y el representante a la Cámara y presidente de la Comisión Territorial, Horacio Gallón Arango, a protestar ante el Ejecutivo y a exigir respeto por los territorios antioqueños. Lo mismo hizo el exgobernador y exministro de Transporte y Obras, Juan Gómez
Martínez, advirtiéndole a Santos, que no es él quien define, sino el Congreso.
El Chocó necesita obras, carreteras y servicios. Quieren que se les haga justicia y los apoyamos, pero no de cuenta de Antioquia. Dejen que la gente de Bajirá también diga a dónde quiere pertenecer, pero el que define es el Congreso.
Ñapa: Estoy de acuerdo con el columnista Guillermo Maya en que las obras nacionales las debe hacer la Nación, pero lo cierto es que los antioqueños hemos aportado más que otros departamentos. También soy partidario de la valorización cuando realmente valoriza. Ya le responderé con espacio suficiente. EPM tampoco debe ser caja menor del alcalde de Medellín