EL CRÍTICO DE CINE DEL NY TIMES, A. O. SCOTT, DISCTARÁ UN TALLER ESTE JUEVES EN MEDELLÍN
estimado para “que el trabajo saliera” como usted dice, era sencillamente el momento en que “el trabajo” estuviera listo. La presión fue constante pero no por la premura del tiempo, sino por la responsabilidad que tenía. Fue una investigación juiciosa, los datos estaban en su mayoría respaldadas por documentos físicos, archivos, audios, respuestas oficiales a decenas de derechos de petición. Obtuvimos también versiones que el maestro evaluaba cuidadosamente y sobre las que me sugería nuevas acciones, consultas o investigaciones para corroborar, que de no lograrse sencillamente se excluían”.
De Noticia de un secuestro se han hecho muchos comentarios. Unos elogios, porque muestra cómo un hecho histórico se tornó literario. Otros se han dedicado a buscar y encontrar errores. ¿Usted cómo habla de tal experiencia?
“El maestro pasó tres años tratando que no existiera ningún dato falso en el libro… Yo lo acompañé casi dos años en esa empresa. Trabajó un reportaje con todas sus reglas; la principal de las cuales es que no hay invención.
Efectivamente él se empeñó en no escribir una línea imaginaria y doy fe de que, como él mismo lo afirmó, los datos que el libro contiene fueron comprobados “hasta donde fue humanamente posible”, teniendo en cuenta las restricciones que teníamos por la confidencialidad con que trabajó durante todo ese tiempo” A. O. Scott es uno de los invitados al evento. Desde hace 16 años se desempeña como crítico de cine de The New York Times, uno de los diarios más influyentes del mundo. En Medellín dictará un taller sobre la crítica en la era digital este jueves 29, de 2:00 a 6:00 de la tarde, en el Salón Humboldt del Jardín Botánico. Scott accedió a responder un cuestionario enviado por EL COLOMBIANO.
¿Para qué hacer crítica de cine? ¿Cuál es su aporte a la industria? “La crítica de cine provee una oportunida para los lectoresd que quieren pensar sobre películas y encontrar información y opiniones independientes sobre ellas. Es, por lo tanto, orientada más a la audiencia que a la industria, pero pienso que es utilizada por los realizadores, productores y otras personas comprometidas en la realización y distribución de películas para encontrar pensamientos honestos y responsables sobre su trabajo”.
¿Cómo prepara sus críticas? ¿Tiene algún método? “Lo primero es ver la película. Lo hago (casi siempre en una sala de proyección, casi nunca en DVD o Internet), tomo notas y reúno mis pensamientos. Luego hago averiguaciones de fondo si es necesario - viendo otros filmes del director, leyendo el material de apoyo en el que se basó la película, investigando la ‘verdadera historia’ que cuenta, etc. Cuando finalmente me siento a escribir, no puedo empezar hasta que sé con cuál pieza comenzar. Para mí, escribir es sobre pensar, trabajar y organizar mis ideas y argumentos como quiero. Encuentro que la presión del cierre de edición me ayuda con eso, así que trato de que mis editores esperen hasta el último minuto. Ellos han aprendido a ser pacientes conmigo”.
¿Cuál es su percepción sobre el impacto de una crítica en la recaudación de una película? “Varía mucho. En el caso de los los éxitos taquilleros de Hollywood, no causa ningún efecto. La gente verá Star Wars o The Avengers sin importar lo que mis colegas y yo digamos sobre ellas. Aunque algunas veces la crítica predice con unanimidad el rechazo de la audiencia de una película después del primer fin de semana. En el caso de películas independientes o de producciones pequeñas -y en particular de unas cuantas películas extranjeras que se proyectan en las pantallas de Estados Unidos, el impacto puede ser proporcionalmente mayor. Esas son películas que dependen más de las críticas que de un estudio de márketing para que les ayuden a atraer a sus audiencias.
Las nuevas tecnologías han incrementado los espacios de expresión. ¿Cree que esto ha, de alguna manera, prostituido su oficio, y ahora muchos hacen crítica sin tener la preparación? “El crecimiento de las redes sociales ha hecho que la crítica sea un campo más caudaloso y ruidoso, pero creo que es un asunto muy bueno. Más que basarme en mi propia autoridad o en el prestigio de mi periódico, yo debo probarme cada momento a escribir algo que atraigo y obtenga la atención de los lectores. Creo que, con la retroalimentación que recibo por vías como Facebook o Twitter, me hace un mejor escritor”.
¿Qué opina de los críticos ficticios? ¿Es ético? “Mentir nunca será ético. La crí- tica, como cualquier otra forma de escritura, es buscar la verdad. El resto es propaganda”.
¿Cuál debe ser la formación de un crítico? “Felizmente, no se requiere una licencia o credencial. Lo que se requiere es curiosidad sobre la forma del arte sobre el cual estás escribiendo -el deseo de aprender tanto como puedas- y proponerse hacer con seriedad. Tu puedes leer tanto como sea posible. Un crítico es ante todo un escritor, y necesita encontrar las voces que lo inspiren para desarrollar su propio estilo”.