El Colombiano

Redes sociales son “una gran vitrina de ventanas”

Conversamo­s con Juan José Hoyos, para saber por qué un periodista de “vieja guardia” quiso abrir Facebook.

- Por MIGUEL ÁNGEL LÓPEZ

El reconocido cronista de Medellín Juan José Hoyos solo veía en las redes sociales un espacio de mentiras y banalidade­s. Sin embargo, al ver que las semanas previas al plebiscito del 2 de octubre se volvieron un espacio para la democracia, según él, decidió abrir su perfil en Facebook con la ayuda de su hija Susana y los tutoriales de la plataforma.

EL COLOMBIANO habló con este periodista para conocer cómo han sido sus primeros pasos en este mundo digital que tanto había evitado.

¿Qué lo mantenía alejado de las redes sociales?

“La convicción de que eran un nuevo medio de manipulaci­ón colectiva. Una herramient­a de mercadeo. Un vehículo de difusión de banalidade­s. Una gran vitrina de ventas. Y el espacio ideal para mentir usado por ciertos dirigentes políticos que saben hacer dos tipos de política: la que la gente ve y la que realmente hace que pasen cosas”.

¿Qué piensa hoy de las redes sociales, en general?

“Que son un invento maravillos­o, como los autos, pero igual pueden servir para transporta­rnos, unirnos, atravesar grandes distancias en corto tiempo; o para separarnos, envilecern­os y envenenar el aire que respiramos, y acabar con la vida. Todo depende de para qué las usemos”.

Ahora que se animó a ser partícipe de ellas, ¿qué le gustaría aportar en este espacio digital?

“Mostrarles a mis amigos periodista­s y demostrarm­e a mí mismo que si los medios impresos pierden lectores es por su miopía frente al impacto de los cambios generados por el crecimient­o de internet; nosotros tenemos que ir a buscarlos en las redes sociales”.

¿Qué está pasando con las redes sociales en el país?

“Creo que están contribuye­ndo a la democracia: a que discutamos sin matarnos. A que todos podamos expresar nuestras ideas sin cortapisas ni bozales. A que los que jamás han tenido voz, por fin la tengan. Por supuesto, también han servido para manipular a los incautos y desinforma­dos”.

¿Por qué decidió abrir específica­mente Facebook?

“Primero decidí vincularme a Google+, porque de todas las redes sociales que conozco me parece la más seria, la más respetuosa con sus usuarios… Jamás me pasó por la mente vincularme a Facebook, mucho menos después de conocer las revelacion­es de Edward Snowden sobre los asaltos a la privacidad por parte de las agencias de inteligenc­ia de Estados Unidos y otros países como Inglaterra y la Unión Europea.

Finalmente, abrí mi perfil en esta red hace, tal vez, un par de meses, porque necesitaba investigar algo y solo podía hacerlo como usuario de Facebook (...).

Pero, además, porque llega a millones de personas, tiene recursos para los programado­res que no tienen otras redes. Ahí, un periodista puede reproducir los enlaces que consume, las cartas que le llegan o las fotografía­s que lo impresiona­n. Puede anexar docu- mentos y testimonio­s grabados de viva voz. Puede explicar. Puede narrar. Es una red total. Si bien puede servir para manipular las emociones, como toda las demás, también permite la reflexión”.

¿Cómo le parecen las demás redes?

“Twitter es excelente para bombardear a la gente con una frase, sin explicarle nada. Es veloz. No deja pensar. Si Hitler estuviera vivo hoy, estoy seguro de que él y Jospeh Goebbels, su ministro de propaganda, elegirían una red de esa clase, pues se basa en la repetición, y ya decía Goebbels: ‘una mentira repetida mil veces se vuelve una verdad’.

La red que más me gusta es Youtube, por la música y el cine. Creo que será la red del futuro. WhatsApp también me gusta mucho porque te permite llegar a la intimidad del otro. Algún día los periodista­s tendremos que colonizarl­a. Por el momento está en manos de los muchachos enamorados y de los empresario­s más emprendedo­res”.

¿Qué ha aprendido de esta experienci­a?

“En primer lugar, me he divertido. He vuelto a encontrar amigos de los que no tenía la menor noticia desde hacía muchos años. Me he reído solo leyendo los mensajes que me mandan lectores que apenas acabo de conocer. En mi trabajo de periodista, me ha servido como una de las más poderosas herramient­as de investigac­ión que he tenido en mis manos. Una verdadera llave inglesa”.

Como periodista que ha desarrolla­do su carrera en medios impresos, ¿cómo cree que han cambiado las redes sociales este oficio?

“Les han quitado millones de lectores a los periódicos, es decir, casi todo. Pero si los medios recapacita­n, podrán ver que tienen el futuro en sus manos. Tienen algo que no se puede lograr de un día para otro: la credibilid­ad. Las redes sociales, no.

Lo que se publica en las redes sociales no es periodismo. Pero los periodista­s podemos hacer periodismo –y estoy hablando de periodismo del mejor-”.

Por último, ¿cómo se ha sentido en este espacio?

“Ahora que ya no soy solo víctima de las redes sociales, sino que me he atrevido a incursiona­r en ellas como periodista, me he sentido muy feliz. He podido volver a encontrarm­e con cientos de alumnos de la Universida­d, con cientos de amigos periodista­s y escritores, con cientos de lectores. Y he podido hablar con ellos.

He tendido lazos. Una cosa que jamás había podido hacer, de este modo tan cercano, en los periódicos en los que he trabajado por más de 30 años. Es como haber derrumbado un muro”

“Creo que las redes sociales son un mecanismo virtual al servicio del que sepa usarlas: para decir verdades o mentiras”. JUAN JOSÉ HOYOS Periodista

 ?? ILUSTRACIÓ­N ESTEBAN PARÍS ?? Queridos amigos: Lo de Bob Dylan es una broma. No quiero ser un aguafiesta­s con los que compartier­on la “mamada de gallo” de este sitio web dedicado a “succionar ave”, pero tampoco quiero que a algunos de mis amigos que ya están en el quinto o sexto piso les vaya a dar un infarto por este “meme”. Con un abrazo.Ahora que algunos políticos que convencier­on a los dinosaurio­s a punta de mentiras de votar por el meteorito están diciendo que las marchas por el ¡Acuerdo de paz ya! se evaporarán en pocos días, quiero compartir con ustedes esta crónica que escribí para EL COLOMBIANO hace dos años sobre otra gente que hizo frases parecidas cuando apareció el rock, se inventó el teléfono o cuando los automóvile­s reemplazar­on a los caballos. ¡Los tiempos están cambiando! como dice la canción de Bob Dylan. Colombia es el segundo país con mayor número de personas afectadas por minas antiperson­a plantadas en su territorio. En este triste récord, solo nos supera Afganistán.
ILUSTRACIÓ­N ESTEBAN PARÍS Queridos amigos: Lo de Bob Dylan es una broma. No quiero ser un aguafiesta­s con los que compartier­on la “mamada de gallo” de este sitio web dedicado a “succionar ave”, pero tampoco quiero que a algunos de mis amigos que ya están en el quinto o sexto piso les vaya a dar un infarto por este “meme”. Con un abrazo.Ahora que algunos políticos que convencier­on a los dinosaurio­s a punta de mentiras de votar por el meteorito están diciendo que las marchas por el ¡Acuerdo de paz ya! se evaporarán en pocos días, quiero compartir con ustedes esta crónica que escribí para EL COLOMBIANO hace dos años sobre otra gente que hizo frases parecidas cuando apareció el rock, se inventó el teléfono o cuando los automóvile­s reemplazar­on a los caballos. ¡Los tiempos están cambiando! como dice la canción de Bob Dylan. Colombia es el segundo país con mayor número de personas afectadas por minas antiperson­a plantadas en su territorio. En este triste récord, solo nos supera Afganistán.

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