Prohibición de la pólvora no afecta puntos de venta
Las ventas de juegos pirotécnicos siguen abiertas pese a que los alcaldes del Valle de Aburrá prohibieron mediante decretos la pólvora en sus municipios.
Mientras el gobernador de Antioquia, Luis Pérez, mediante un decreto adoptó como política pública en todo el departamento el “cero uso de pólvora recreativa”, algunos distribuidores de pirotecnia amparan sus intereses en la Ley 670 del 2001 para comercializar sus productos, aún por encima de las prohibiciones municipales.
A pesar de las medidas tomadas por las alcaldías y la Gobernación, en el kilómetro 14 de la Autopista Norte, en Copacabana, hay al menos dos anuncios de venta de pólvora y un punto de distribución a la vista de todo el público.
El punto de ventas pertenece a El Vaquero, una empresa dedicada a la fabricación y distribución de juegos pirotécnicos. Según Daniel Mayaguiral, distribuidor autorizado en el departamento, cuentan con licencia del Ministerio de Defensa para vender sus productos.
“Cualquier persona puede comprar la pólvora que vendemos siempre que se acredite como mayor de edad con la cédula y no se encuentre en estado de embriaguez. Además, el comprador firma un registro y se le entrega el instructivo de la policía para el uso de pólvora”, afirma Mayaguiral.
La Alcaldía de Copacabana, expidió el pasado 30 de noviembre, el decreto 163, por medio del cual se prohibe la fabricación, distribución, venta, comercialización, transporte, porte y tenencia de toda clase de juegos pirotécnicos en espacios cerrados o abiertos en su jurisdicción hasta el 31 de enero del 2017.
Luz María Hincapié, secretaria de Gobierno de Copacabana, afirmó que “se está rea-
lizando un proceso administrativo con los vendedores, a quienes se ha citado dos veces a la Inspección de Policía pero no han acudido para hacer sus descargos”.
Entretanto, los establecimientos de venta de pólvora siguen abiertos, a la espera de las decisiones administrativas, y debido a la falta de acción de las autoridades. Entonces, ¿por qué se demoran tanto en actuar?
Contradicción jurídica
La legislación colombiana ampara a los fabricantes y distribuidores de pólvora en el país desde la entrada en vigencia de la Ley 670 de 2001, específicamente en el artículo cuarto donde estipula que los alcaldes pueden permitir el uso y la distribución de artículos pirotécnicos estableciendo las condiciones de seguridad.
Empresas como El Vaquero tienen permiso de fabricación, pero esa actividad se realiza en el departamento de Cundinamarca, mientras que en Antioquia se dedican a comercializar, para lo cual necesitan el permiso del municipio. Según la Alcaldía de Copacabana los vendedores de la Autopista Norte no cum- plen los requisitos para recibir la autorización.
EL COLOMBIANO consultó con una experta para aclarar la contradicción existente entre los decretos y la Ley. Al respecto, la abogada Sara Mejía, comentó que alcaldes y gobernadores no tienen facultad para desobedecer la Ley 670, que solo los autoriza para regular la fabricación y distribución de pólvora, más no para prohibirla en su territorio. Es decir, la pólvora en Antioquia y en toda Colombia, siempre que no esté fabricada con fósforo blanco, es legal.
Parece una batalla entre el Ministerio de Defensa, que autoriza con licencias de hasta tres años a estas empresas para realizar sus actividades, y los alcaldes que luchan por
erradicar el uso de la pólvora en sus territorios.
Aunque los productos que venden empresas como El Vaquero o Maxpirotecnia, son de categorías uno y dos, de riesgo reducido o moderado, y deben cumplir con una serie de requisitos para poder venderlos al público, no se puede asegurar que el uso de estos artefactos no pueda ocasionar graves quemaduras en cualquier persona.
Ambas empresas negaron que distribuyan y vendan productos como los voladores o los totes, comunes en la región y causantes de la mayoría de quemados por pólvora. Sin embargo, EL COLOMIBIANO confirmó que en uno de los sitios de la autopista, un ciudadano, que pidió la reserva de su nombre, compró un paquete de voladores.
Los distribuidores de pólvora presentaron acciones de nulidad en contra de las medidas municipales de Copacabana desde el año pasado, pero los procesos siguen abiertos. Aún así, si los decretos están vigentes deberían aplicarse de inmediato, lo cual no está ocurriendo.
Mientras tanto, los ciudadanos no solo pueden adquirir estos productos en la Autopista Norte, sino en las múltiples ventas de pólvora artesanal clandestinas ubicadas en todo el Valle de Aburrá, que han resultado tan difíciles de perseguir por parte de las autoridades