LA CONSEJERA DE ESTADO PARA LA CUAL EL ÚNICO VOTO LEGÍTIMO ERA EL DEL “SÍ” A LOS ACUERDOS CON LAS FARC
La consejera de Estado Lucy Jeannette Bermúdez, de la sección Quinta, emitió un Auto en el cual sostiene “la existencia de un engaño generalizado que anuló la libertad del electorado para escoger autónomamente entre las opciones existentes frente al plebiscito” para refrendar el acuerdo de paz con las Farc, el 2 de octubre pasado. Añade que “salta a la vista que se presentaron significativos hechos de violencia psicológica, en la modalidad de fraude al sufragante, cuya incidencia irradia de manera global el acto de elección”.
¿Cómo llega la magistrada a semejante conclusión, que considera probada? A lo largo de 110 páginas cita las declaraciones de Juan Carlos Vélez Uribe a La República, trinos de la representante María Fernanda Cabal, fotos de pancartas de partidarios del No y declaraciones de prensa. De estos y otros elementos deriva una consecuencia simplista y contraevidente: todos los que votaron por el No atendían proclamas y consignas de un único partido político, el Centro Democrático. De esta forma, la magistrada niega cualquier posibilidad de discernimiento, independencia de juicio y autono- mía personal de los votantes del No. El principio constitucional de libertad de conciencia queda anulado. Desestima la inteligencia de los votantes y los mete a todos en un mismo saco.
Para la consejera Bermúdez el único voto legítimo, y por ende el único susceptible de amparo legal, era el del Sí, campaña en la que, según parece, todo fue verdad y juego limpio