Otra locura de Marcelo, Papá Noel downhillista
El máximo exponente de la disciplina afrontó el reto de bajar, disfrazado y en cicla, por escalinatas de las calles de Manizales.
Barrigón y con barba; con botas y de gorro. Así rodó, escalinatas abajo, un irreconocible Marcelo Gutiérrez, por varias calles de Manizales.
Casi no podía con la barriga y la barba le picaba, reconoce el mejor practicante de downhill del país y Latinoamérica. Al fin y al cabo, es tiempo de Navidad, de regalos, descanso y hasta de hacer locuras. Y quién mejor que Gutiérrez para hacerlo.
Pues bien, este manizaleño decidió recorrer las principales calles de su ciudad natal, vestido de Papá Noel. Desafió lugares icónicos y le puso un toque navideño a su trajín. Subió cargando su cicla y bajó, una y otra vez, por las típicas escalinatas de acceso a los barrios de esa capital, no solo brindando espectáculo a los moradores sino poniendo a prueba su capacidad.
“Fue interesante la experiencia, algo distinto, chévere, pero a la vez complicado porque casi no podía con esa barrigota y la barba me picaba”, cuenta Gutiérrez.
Los habitantes del barrio Fátima en Manizales se sorprendieron al ver a un papá Noel descendiendo las escale- ras en una bicicleta a toda velocidad. “Me reí mucho y me divertí bajando a toda velocidad. Jamás me había puesto un traje similar y menos con tanta barriga”, agrega y ríe.
“Sudé.... a la lata. Qué calor tan impresionante y para colmo el clima estaba bien alto. Era un horno”.
Además, la experiencia fue importante, porque, dice Marcelo, tuvo la oportunidad de conocer otros sectores y mostrarle a la gente lo que es la práctica del downhill. Claro, los habitantes se sorprendieron, quizás, porque este papá Noel no les llevó regalos... Bueno, qué más que la diversión