“Trabajaremos hasta que ningún líder esté en peligro”
Así lo asegura el nuevo director de la Acnur en Colombia, Jozef Merkx. Le preocupan nuevos desplazamientos.
Tres meses atrás, desde las oficinas de Naciones Unidas en Suiza, Jozef Merkx sostenía una discusión con sus colegas sobre la situación de violencia en Colombia, país en el que tiene presencia la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur). Después de trabajar dos años en Irak, Merkz asumió la dirección de la Acnur en Colombia.
“Muchos estaban felices porque venía a Colombia, país en donde ya estaba firmada la paz. Yo les dije: “esperen un momento, todavía hay violaciones de derechos humanos, desplazamiento interno, hay mucho que hacer en ese país”.
En su visita a Medellín, Jozef Merkx habló con EL COLOMBIANO sobre los riesgos que, a su juicio, persisten en el país.
Hay un tema coyuntural que supongo afecta a la Acnur: la nueva política migratoria de Donald Trump, especialmente el impacto a los cubanos...
“La política ‘pies mojados, pies secos’ fue muy importante en Estados Unidos. La decisión de Obama va a tener un impacto en muchos países de América Latina. Actualmente hay cubanos en Ecuador, Colombia, Venezuela… La decisión seguramente tendrá un impacto en las solicitudes de asilo por parte de cubanos”.
En Colombia hubo una crisis humanitaria por el represamiento de migrantes cubanos....
“Colombia se ha convertido en un país de tránsito. Han llegado migrantes que no necesariamente quieren quedarse en el país sino que están utilizan-
do el camino para llegar a Norteamérica. Es difícil predecir qué va a pasar con las nuevas políticas migratorias de este país, pero sin duda tendrá un impacto en América Latina”.
Además de la atención a los migrantes y refugiados, ¿cómo va a intervenir en el problema del desplazamiento interno?
“Dentro de los mandatos de la Acnur está trabajar con el desplazamiento interno. Trabajé dos años en Irak, donde la guerra ha desplazado a 3,5 millones de personas. No ha sido nada fácil, pues hay ciudades como Mosul donde cada día salen miles de refugiados. En Colombia la situación es diferente. Es un conflicto antiguo, lo que tal vez lo hace más complicado de resolver. Como Naciones Unidas apoyamos el proceso de paz, pero seguimos teniendo preocupaciones por temas como el desplazamiento interno, que ha afectado a 6,8 millones de personas”.
¿Cómo tienen planeado intervenir?
“Tenemos 10 oficinas en Colombia, incluyendo una en Apartadó, en el Urabá antioqueño. Nosotros tenemos un mandato claro con el tema de los desplazados internos y otro con el de los flujos de migrantes hacia Panamá. En la frontera también se encuentran toda cla- se de abusos: explotación sexual, laboral, tráfico de migrantes, entre otros. Colombia, en contraste con África o Medio Oriente, no tiene campamentos de refugiados o de desplazados internos. El trabajo se orienta en las comunidades donde están los desplazados. Aquí viven en barrios marginales pero por lo menos tienen libertad de movimiento y acceso a algunos servicios”.
¿Cómo intervienen en los barrios marginales?
“Para no ir muy lejos, en Bello o Ituango, por ejemplo, tenemos proyectos impulsados por la comunidad misma, con una inversión relativamente pequeña pero que ayuda a que se junte la comunidad”. ¿Han encontrado soluciones duraderas? “En Colombia, el 80 % de las
víctimas son desplazadas. Las soluciones duraderas para estas personas es un aspecto muy importante. Uno puede pensar que la solución es que regresen a su lugar de origen, pero muchas veces ese lugar de origen sigue en conflicto. Nosotros sabemos que el 60 % de los desplazados no van a regresar a su lugar de origen. Por eso hay un gran reto en las ciudades”. ¿Están trabajando en las zonas de preagrupamiento? “En Ituango estamos trabajando con la comunidad. Son trabajos que se enfocan en reconstruir la vida, rescatando derechos como educación y salud. En algunas zonas hay brechas entre las leyes y su aplicación, como sucede en Chocó. Me preocupa que la comunidad internacional piense que el problema de violencia en Colombia está resuelto. La Acnur ahora está preocupada por incidentes humanitarios como los asesinatos de líderes sociales y los desplazamientos en zonas donde las Farc se han comenzado a desmovilizar y han entrado otros grupos, como sucede en Bahía Solano. Con el defensor del Pueblo coincidimos en este mandato: vamos a trabajar hasta que ningún líder esté en peligro y hasta que no haya más desplaza-