¿HABRÁ VIDA DESPUÉS DE OBAMA?
Todo estaba previsto para que U2 lanzara su nuevo disco Songs Of Experience a principios de este año. Pero no, el disco no va. “Nos tenemos que dar un rato para pensar sobre este disco y sobre cómo se vincula con lo que está pasando en el mundo”, explicó The Edge, el guitarrista de la banda en una entrevista a la revista Rolling Stone. Así es: el mundo se volvió un péndulo que repentinamente cambió de dirección con la llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos. Vislumbro la preocupación de The Edge: ¿habrá vida después de Obama?
Con su “Yes, We Can” como leit motiv, los ocho años de Barack Obama en la presidencia de los Estados Unidos reconstituyeron la esperanza de una nación vapuleada por el desastre moral y geopolítico dejado por George
Bush, consecuencia del recalcitrante espíritu halcón que impregnó a su gobierno.
Obama creó una política que inspiró a millones en el mundo y que luce más sensata. Una política que se pone por encima de la prepotencia republicana. Tuvo buenos resultados, otros no tan buenos y otros en los que quedó debiendo. Pero cumplió en lo vital para una nación: restauró el crecimiento económico, detuvo el desastre de la crisis de las hipotecas subprime, creó 14 millones de empleos y bajó la tasa de desempleo a niveles históricos, amplió la cobertura de salud a cerca de 20 millones de personas con el Obamacare, dio libertades a minorías como la comunidad LGBTI, terminó con las guerras en Irak y Afganistán, acabó con el coco de Bin Laden, construyó puentes de confianza con naciones histórica- mente enemigas pero íntimamente ligadas a EE.UU. como Cuba, y sembró la semilla para rechazar el armamentismo ciudadano, poniendo en entredicho el poder de la ultrapoderosa Sociedad del Rifle, esa que enquistó en los gringos la necesidad de tener armas para honrar la segunda Enmienda constitucional.
Obvio que tuvo descaches. Guantánamo, la creciente desigualdad social, la actitud frente a Siria, no avizorar la amenaza del Estado Islámico y su candor frente a Putin, tristemente le permitieron a los republicanos “cobrar” por ventanilla a favor de Trump.
Más allá de eso, el tiempo Obama fue uno de oasis que determinó la necesidad de una política diferente y alternativa para el mundo. Ahora comienza el posobamamismo: una época ultra blanca, orgásmica para el Tea Party, con un presidente que gobernará como si estuviera en un cóctel escuchando opiniones y elucubraciones frívolas para aplastar todo lo que Obama hizo y poder tirarse en vaca loca contra el mundo.
Se vino Trump en serio. Miren: la semana pasada censuró a un periodista de CNN en una rueda de prensa, una clara alegoría de las amenazas y la intolerancia que vienen. Póngale la firma, se viene una distorsión del poder que recaerá en un individuo secundado por un gabinete en el que se mezclarán intereses personales y empresariales con teorías racistas y conspirativas. Mientras tanto, China a la espera, porque la pesca en río revuelto siempre funciona.
¿Habrá vida después de Obama? El tiempo dirá, a pesar de que el giro histórico que su gobierno le brindó a la humanidad quedó listico para que Trump le espete la frase que usaba en El Aprendiz, el programa del cual era host: “You are fired”. Mientras tanto, queda el consuelo de esperar el disco nuevo de U2
Obama creó una política que inspiró a millones en el mundo y que luce más sensata. Cumplió en lo vital para una nación.