PARA QUE APRENDA A CAMINAR
Un niño de un año aprendiendo a caminar debe aprender a equilbirarse. Si se le ayuda a permanecer parado peude caerse, lo cual puede afectarlo negativamente. Antes de eso debe aprender a sentarse¿. En esa situación, se les piede a los papás que en vez de pararlo, que lo pongan apoyado en las rodillas mientras permanece agarrado de algo. Luego el bebé aprenderá a pararse por sus propios medios. Si se cae, doblará sus piernas y caerá. Los niños sanos sabrán cómo hacerlo, pero aquellos con necesidades especiales no necesariamente.
Y es importante que en el caso de los idiomas, los aprendan interactuando con gente real. “La investigación muestra que los niños no aprenden un idioma viendo a alguien hablar en una pantalla, tienen que ser personas reales que los expongan al idioma”, complementó.
Pronto
Durante los primeros años de vida suceden muchas cosas en el cerebro, por eso es más fácil promover el aprendizaje y evitar problemas cuando el niño tenga más edad.
¿Pero qué se debe entender por una intervención temprana? Es un asunto que se discute mucho en jardines escolares y escuelas. Es ayudarle al niño tan rápido como sea posible para asegurar que el mayor número de niños tengan éxito en su educación y en la edad adulta, precisamente porque el cerebro tiene temprano en la vida la mayor capacidad para cambiar bajo la influencia de las condiciones ambientales.
“Cuando me refiero a intervención temprana no estoy pensando en los seis años de edad sino en niños más jóvenes, de recién nacidos a los tres años. Hoy 98% de los niños noruegos van al kínder, así que la calidad del tiempo que pasan allí es realmente importante. Creo que el jardín infantil más que un lugar para mantenerlos, debería ser una arena de aprendizaje y por eso entiendo que el juego es aprendizaje”, dijo.
A nadar
Un niño de dos años puede aprender a leer o a nadar si tiene acceso a ello, pero cree que la guardería no debe ser un preescolar sino un lugar donde los niños puedan tener una variedad de experiencias a través del juego.
“Aplica tanto para niños sanos como para aquellos con distintas dificultades. Cuando se trata de niños con problemas motrices, dificultades de la visión o el oído, tenemos que trabajar de verdad para acercarles el mundo”.
Es que la responsabilidad no es de ellos. “Los bebés de un año no pueden ser responsables de su aprendizaje, leas toca a los adultos. Hoy el personal temporal sin entrenamiento es asignado a los salones de niños hasta los 2 años porque es menos peligroso con ellos dado que solo necesitan cariño y cambio de pañales. Creo que todos merecen profesores que entiendan cómo funciona el cerebro de los pequeños”.
Especiales
Lars Adde, especialista en terapia física pediátrica en el Hospital St. Olavs en aquella trabaja con niños que tienen necesidades especiales, tanto en la práctica como en las investigaciones.
Para él, es importante que todos sean estimulados y puedan explorar el mundo y eso es muy importante para aquellos niños con necesidades especiales.
Es que por el rápido desarrollo de la tecnología médica hoy se pueden salvar más niños, tanto aquellos prematuros como los que desarrollan cáncer. Hace años morirían, hoy viven pero a menudo con muchas dificultades.
El entendimiento ganado sobre el desarrollo cerebral les da mejores oportunidades.
Saber que algunas sinapsis se fortalecen y otras desaparecen permiten trabajar en lo que se necesita que sea bueno, como caminar, dijo el experto.
Los nacidos muy prematuramente en su hospital tienen seguimiento de un equipo interdisciplinario y un fisioterapeuta municipal en sus primeros años. El personal del jardín a donde van es entrenado acerca de cómo estimularlo y retarlo según su nivel.
El seguimiento le permite al niño con retrasos en el desarrollo recuperarse con rapidez, por lo que las medidas se deben tomar rápido mientras el cerebro del pequeño es aún plástico.
Por ejemplo, un niño con una lesión pequeña en el cerebro que hace que use distinto sus brazos. Ahora se sabe que las conexiones que manejan su brazo se debilitan cuando se usan menos, lo que refuerza esa función reducida.
“Los papás pueden pedir ponerle una media en la mano ‘ buena’ para jugar. Así el niño es estimulado y el cerebro es retado a usar el otro brazo”.
A estos niños, sin embargo, no siempre es aconsejable acelerarles su desarrollo, pues inicialmente deben luchar con sus habilidades motrices.
Un mensaje claro de investigadores sobre el tema: acaricie y cuide su bebé, pero no deje de estimularlo. Y retarlo