DIAGNÓSTICO CLÍNICO
El reconocido economista Jeffrey Sachs desarrolla el concepto de “economía clínica” como un enfoque que permite diagnosticar el estado de la economía de un país de acuerdo a sus condiciones particulares para posteriormente implementar las estrategias que permitan superar la pobreza e inequidades. Esta aproximación a los problemas económicos parte de sus inquietudes por las dificultades que se generan al tratar de aplicar una misma receta para todos los países en desarrollo como respuesta a sus retos. Esto último es algo muy frecuente por parte de los organismos multilaterales: venir con el mismo cuento para todos. Sachs contrapone lo que llama “economía clínica” porque lo deriva de la experiencia de los médicos en el diagnóstico de enfermedades, las cuales pueden tener síntomas similares pero el remedio, dependiendo de las causas, suele ser diferente.
En ese propósito, Sachs propone un cuestionario diagnóstico con siete grandes categorías para prescribir el problema de la pobreza extrema en un país y aplicar posteriormente el “tratamiento”. Estas categorías son: Trampa de la Pobreza (cuando un país es demasiado pobre y no puede invertir), Malas Políticas Económicas (cuando realiza estrategias económicas inadecuadas), Insolvencia Financiera (cuando el país está en la ruina), Geografía Física (cuando el país no tiene mar o tierras aptas para su desarrollo), Mala Gobernanza (cuando hay corrupción, ineficacia, incompetencia o una combinación de todas), Barreras Culturales (cuando la mujer es discriminada por ejemplo), Geopolítica (cuando el país es peón de guerra o es colonia).
Partiendo de estas categorías y aplicándolas a nuestra Colombia, pues va siendo clara nuestra diagnosis. No somos un país que no pueda invertir, podemos tener algunas malas políticas económicas pero en general hemos estado en la mitad de la tabla, no estamos en la ruina, geográficamente somos unos privilegiados y en geopolítica no tenemos guerras con nuestros vecinos ni estamos en una situación como Siria o Afganistán.
Donde sí nos pelamos es en la Mala Gobernanza y ciertas Barreras Culturales. ¿Nos son ajenas palabras como corrupción, ineficacia e incompetencia? Por supuesto que no. Ahí está la raíz de nuestros problemas. Como canta Molotov: Somos pobres, nos manejan mal.
¿Y de las Barreras Culturales? Pues este es un país donde la ile- galidad es una forma extendida de entenderse como sociedad, donde la violencia se privilegia en el relacionamiento con el otro, donde el individualismo y el bien particular prima sobre el colectivo, donde cada uno todavía resuelve por su lado sin medir las consecuencias de su proceder en el largo plazo, donde no tenemos un proyecto colectivo como sociedad. Todo tiene que ver mucho con nuestra cultura. Y eso sin entrar en la discriminación a la mujer, al negro, al homosexual, al diferente, que tan arraigada tenemos.
Ahora que el conflicto interno parece estar dando paso a que nos veamos de frente con las verdaderas causas de nuestras penurias y ya no sea utilizado más como disculpa instrumental a nuestros problemas, pues a ver si somos capaces de juntarnos, deponer nuestras furias y tratar de construir un país distinto a partir del diagnóstico correcto. La receta está lista
No somos un país que no pueda invertir ni estamos en ruina. Donde si nos pelamos es en la mala gobernanza.