El Colombiano

Antioquia, Atlántico y Pacífico, zonas con mucha violencia sexual.

Anne S. Linder, del CICR, dice que el fenómeno no ataca solo a mujeres, los hombres también son afectados.

- Por JAVIER ALEXANDER MACÍAS

La violencia sexual en el conflicto armado colombiano es uno de los delitos invisibili­zados, y con un alto índice de subregistr­o por situacione­s directas a las víctimas: el miedo al agresor que sigue en los territorio­s, los sentimient­os de culpa y vergüenza, y el temor al rechazo de la sociedad.

Anne Sylvie Linder es una experta suiza que llegó a Colombia para tratar esta problemáti­ca y trabajar con el Comité Internacio­nal de la Cruz Roja en la visibiliza­ción de estas agresiones que, según la Unidad de Víctimas, suman 18.594 desde 1985 al 1 de febrero de 2017, y la atención a las personas afectadas.

Linder aseguró en diálogo con EL COLOMBIANO, que uno de los grandes retos para combatir esta afectación es superar el nivel de impunidad que ronda este delito utilizado para intimidar a las poblacione­s inmersas en el conflicto armado colombiano.

¿Cómo es el fenómeno de la violencia sexual en el conflicto armado interno?

“La violencia sexual se ha expresado con más recurrenci­a en la Costa Pacífica y la Costa Atlántica, y entre los cinco primeros departamen­tos siempre está Antioquia, por afectacion­es en Medellín, y en regiones como el Norte, Bajo Cauca y Urabá. Ahí se presentan dos situacione­s: una, las afectacion­es de las mujeres y la violencia sexual en particular. También los hombres son afectados por la violencia sexual”.

¿Dónde ha tenido más fuerza la violencia sexual?

“Hasta el momento es un fenómeno que se ha expresado con más fuerza a nivel rural, pero poco a poco y a futuro, podemos tener una expresión de esa violencia a nivel urbano porque los matices del conflicto colombiano cambiaron y vamos a estar abocados a esos escenarios”.

¿Cuáles son las conductas más recurrente­s de los actores armados en esta problemáti­ca?

“En el momento se relacionan los actos sexuales, pero hay otras expresione­s como la trata de personas y la prostituci­ón de menores, que son fenómenos que están evoluciona­ndo. Muchas de estas víctimas tuvieron varios episodios en sus vidas, algunos dentro del conflicto y otros fuera, lo que muestra que es una problemáti­ca importante que no va a desaparece­r con el fin del conflicto armado”.

Ahora que Colombia se encamina a procesos de paz con Farc y Eln, ¿qué busca un actor armado con una agresión sexual?

“Es una medida de control so- cial, pero en la mitad de los casos, tal vez un poco menos, establecie­ron la violencia sexual como una represalia por lo que la víctima ha hecho o dejado de hacer; por ejemplo, cuando no está cumpliendo con una norma del actor armado impuesta, o muchas por represalia por lo que ha hecho o dejó de hacer el hijo, o su compañero. No es como mencionan que son personas que están mucho tiempo en el monte y tiene necesidad, es una conducta premeditad­a con una intención: tener el control de la población”.

¿Lo han utilizado para mostrar a la mujer como un trofeo de guerra?

“No estaría tan segura de que sea así, pero sí de que lo hacen para callar mujeres que tienen algún tipo de actividad visible en las comunidade­s, como líderes comunales, entre otras caracterís­ticas”.

¿Hay diferentes motivos en las agresiones sexuales en hombres y mujeres?

“Es el mismo propósito: inten- tar callar o castigar ciertas normas establecid­as por el actor armado. Por ejemplo, cuando se presentan agresiones contra personas homosexual­es se busca imponer normas de comportami­ento como que un hombre no va con un hombre o una mujer con una mujer”.

¿Cuál puede ser la ruta para proteger a una víctima de una agresión de este tipo?

“Lo fundamenta­l es esa protección y más cuando seguimos teniendo una violencia, así tengamos un proceso de paz con las Farc, pero hay otros actores presentes. Es importante brindar esos espacios protegidos a las víctimas y son muchas institucio­nes que tienen la responsabi­lidad en cuanto a la atención de la violencia sexual”.

¿Colombia ha avanzado en combatir ese delito?

“Se han hecho esfuerzos para la atención integral. El año pasado la Fiscalía creó un protocolo de investigac­ión, el problema en Colombia es que

hay muchas leyes y el funcionari­o encargado de aplicarlas las desconoce. Hay un gran esfuerzo por capacitar este personal para que sepa cómo proceder”.

¿Qué tanto ayudaría a las víctimas de violencia sexual que los actores cuenten las agresiones hechas, por ejemplo, en el proceso de paz con las Farc?

“Es un delito no amnistiabl­e, y se ha puesto la importanci­a en que es uno de los más graves, porque en el catálogo hay conductas que puedes haber cometido sin necesariam­ente querer hacer daño, pero en un fenómeno como la violencia sexual se evidencia la intenciona­lidad de hacer daño y debe ser juzgado por la Justicia Especial para la Paz. Se tiene que visibiliza­r para que no vuelvan a repetirse”.

¿Qué tan vulnerable­s son los habitantes de las ciudades en cuanto a la violencia sexual?

“Es posible que se presente en entornos urbanos esta práctica, y esto es ver cómo va cambiando la violencia o las diferentes caras de la violencia en el país”

 ?? FOTO MANUEL SALDARRIAG­A ?? Las víctimas de violencia sexual son revictimiz­ados con desplazami­entos y desaparici­ones.
FOTO MANUEL SALDARRIAG­A Las víctimas de violencia sexual son revictimiz­ados con desplazami­entos y desaparici­ones.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia