Eliminar armas nucleares, una “utopía” que busca América Latina
A finales de mes comienza una crucial negociación en la ONU para reducir arsenales.
Marzo 27 será el día en que los estados miembro de la ONU se reunirán en Nueva York para iniciar las negociaciones sobre “un instrumento legalmente vinculante que prohíba las armas nucleares para avanzar hacia su total eliminación”.
El objetivo es ambicioso, y hasta utópico para algunos. La misma Beatrice Fihn, directora de la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (Ican), reconoció a medios que aunque el tratado “fortalecería la normativa mundial contra el uso y posesión de estas armas, cerrando grandes lagunas en el régimen jurídico internacional vigente”, “no eliminará las armas nucleares de la noche a la mañana”.
En eso coincide Mauricio Jaramillo, internacionalista de la Universidad del Rosario. Para él, si ni siquiera es posible una reducción de ojivas (la semana pasada Donald Trump anunció que aumentará el arsenal de su país), menos probable será la eliminación. A eso se suma que las grandes potencias, sobre todo Rusia, China y Estados Unidos, reconocen y aprovechan los efectos disuasivos del poderío nuclear.
“Aunque sería bueno un mundo libre de armas nucleares, mucha gente las defiende como manera efectiva de garantizar la paz. Tiene efectos discursivos, mantiene equilibrios difíciles de lograr de formas en que ni la negociación, ni la vía económica y cultural logran”, comenta Jaramillo, para quien la paz no puede ser solo un imperativo moral, sino racional. “Esa es la lógica perversa, pero tremendamente efectiva de lo nuclear”, concluye.
La tensiones actuales: amenazas de las potencias de forta- lecer su arsenal y sanciones a Rusia, Irán y Corea del Norte, son para Jhon Marulanda, experto internacional en seguridad, motivo suficiente para renegociar los tratados nucleares existentes. “Se necesita una diplomacia de muy alto nivel para lograr renovar esos tratados de control de armas nucleares”, añade el analista, para quien en esa medida se requiere que los países vuelvan a la mesa para discutir el tema.
A. Latina, el modelo
Pese a que las nueve naciones con armas nucleares votaron en contra de la resolución para iniciar estas negociaciones, una cantidad abrumadora de países de África, América Latina, el Sudeste Asiático y el Pacífico votaron a favor y probablemente serán actores clave este 27 de marzo.
De hecho, América Latina, como primera región densa- mente poblada del mundo libre de armas nucleares, tendrá un papel prominente. En eso coincide Diego Torres, doctor en Física Nuclear y docente del Departamento de Física de la Universidad Nacional.
“La región tiene capacidad de mostrar cómo se pueden resolver controversias entre países. No solo carece de armas nucleares, sino que es la que menor cantidad de conflictos entre vecinos tiene”, destaca Torres, para quien el mensaje que dará Latinoamérica en la ONU será que si acá se pueden resolver los problemas con organismos, entre las potencias podría suceder lo mismo.
No obstante, para Jaramillo, aunque la región sí tiene una especie de autoridad moral, “desafortunadamente su influencia es muy poca, por no decir nula”. En esa medida, concluye, no será fácil que la voz de los “desarmados” sea efectiva