CÓMO TRUMP LE HARÁ DAÑO A MI PUEBLO FRONTERIZO
En el 2000, George W. Bush, el gobernador de Texas, fue elegido a la presidencia con base en una plataforma profrontera, procomercio que incluía apoyo para una reforma integral de inmigración. Aunque yo no voté por él, me descrestó su respeto por México, y sé que muchos latinos aquí en El Paso se sentían igual.
Pero en el 2016 muchos de esos mismos electores huyeron del partido republicano y su candidato Donald J. Trump. No es solo su consentimiento de la xenofobia antiinmigrante, ni su absurdo muro. Es que sabemos, de cerca, el impacto que la agenda Trump podría tener sobre nuestra economía, aquí en El Paso y en todo el país.
En la imaginación nacional, las visitas a la frontera son como visitar una zona de guerra, y los políticos corren hacia ella para oportunidades de fotos. Entonces es extraño que no vienen a un lugar como El Paso. Si lo hicieran, tendrían una historia muy distinta. Contrario a la mítica narrativa de la frontera, El Paso es una de las ciudades más seguras de Estados Unidos, con una economía fronteriza floreciente.
A políticos de ambos lados también les gusta obsesionarse con el impacto del Acuerdo Norteamericano de Libre Comercio y el intercambio transfronterizo en general, sobre nuestra economía. Y no podemos negar que la llegada de Nafta les costó empleos a los americanos y trajo con sí una multitud de retos económicos y sociales.
Pero de nuevo, tendrían una historia muy diferente si vinieran a El Paso. Sentimos el golpe de manera rápida y severa cuando los empleos de manufactura se fueron para México. Pero El Paso se adaptó para hacer que nuestra ubicación en la frontera funcionara como ventaja, por ejemplo construyendo centros modernos de distribución y despacho.
Solo en El Paso, US$ 90 mil millones en bienes viajan por nuestros puertos de entrada anualmente. La región de El Paso-Santa Teresa, Nuevo México se ha convertido en la undécima exportadora más grande de bienes en la nación, y México es el socio comercial número uno de Texas.
Desafortunadamente, pocos americanos entienden que el comercio transfronterizo crea empleos, no solo en nuestra región y estado sino en el resto del país. De hecho el comercio con México apoya a casi 5 millones de empleos americanos, así que no es solo la frontera la que perderá si Trump cumple sus promesas.
Hasta ahora Trump ha dicho que preservará protecciones para los así llamados So- ñadores, inmigrantes que viven en Estados Unidos ilegalmente pero quienes llegaron al país cuando niños, pero sus cortantes palabras y el aumento en arrestos por parte de agentes de Inmigración y Aduanas, dicen lo contrario.
Estos jóvenes han completado estudios en los Estados Unidos, y ellos nos han ayudado a incrementar nuestra base tributaria local. Hemos invertido en ellos, y ellos están invirtiendo en nuestro país.
Aunque el muro puede que nunca se construya, y aunque permanecerán muchos inmigrantes que viven en el país sin permiso, mucho depende de la billetera del Congreso, las palabras de Trump ya están te- niendo incuestionables consecuencias económicas. El peso mexicano por ejemplo, recibió un duro golpe la noche de elecciones, y su valor se ha seguido desplomando. Eso significa que los mexicanos gastarán menos dinero en El Paso y otras regiones fronterizas, lo cual a su vez disminuye los ingresos de comunidades y estados de la frontera. Las inversiones y el flujo comercial también han disminuido de manera significativa.
La pregunta para muchos de nosotros durante las elecciones presidenciales era si comunidades como la mía harían tomar responsabilidad a los candidatos de las elecciones generales del 2016. ¿Los hispanos en comunidades fronterizas rechazarían la dañina retórica antifrontera y antiMéxico?
En los años venideros, quienes vivimos en la frontera tenemos que elevarnos por encima de las malas políticas que harán daño a nuestras comunidades, pero más importante, tenemos que sostener y ampliar ese sentido de identidad, y mostrar a nuestros vecinos el impacto que sus votos pueden tener. Tenemos que hacerlo por El Paso, y por el país
Sabemos, de cerca, el impacto que la agenda Trump podría tener sobre nuestra economía, aquí en El Paso y en todo el país.