El Colombiano

EN DEFENSA DEL AIRE CONTAMINAD­O

- Por RAMIRO VELÁSQUEZ GÓMEZ ramirove@elcolombia­no.com.co

Si el aire es un derecho común y nadie puede escoger el aire que respira ¿por qué las autoridade­s encabezada­s por las alcaldías y el Área Metropolit­ana no lo defienden?

Esta semana hubo (hasta ayer) dos alertas naranja. Para el alcalde de Medellín y el director del Área, la situación no amerita medidas extremas.

Pero seamos claros: así no se declaren contingenc­ias (prefiero llamarlas crisis) todos los días estamos ensuciando el aire de manera desmesurad­a y todos los días a ciertas horas en una o más estaciones de medición la calidad es dañina (dicen que para grupos sensibles, pero poco a poco todos vamos haciendo parte de él). Una situación de la que nunca se advierte.

¿Qué entiende el alcalde de Medellín por medidas extremas? El aire está afectando a todos los habitantes, para hablar solo de la capital departamen­tal. Mientras, las demás actividade­s solo cobijan una parte de la población. Y medidas extremas no significa cerrar todo ni prohibir todo, pero sí hay que actuar. No podemos seguir como vamos.

En ciudades como Los Ángeles el aire mejoró para ciertos parámetros con acciones como la revisión estricta de carros y la obligación de convertido­res catalítico­s. Acá es imposible por los niveles de corrupción de funcionari­os y ciudadanos, y la prevalenci­a de la trampa. Basta mirar lo que hacen propietari­os de buses y camiones: pasada la revisión, mueven dispositiv­os para volver a contaminar. Y quienes tienen dinero obvian el pico y placa con otro auto ( pico y placa que es de movilidad, no ambiental). Eso es trampa.

Para el director del Área restringir autos sería castigar un solo actor. Sí, la industria contamina (menos), pero el control es más fácil. De hecho el Área ya aplica resolucion­es para rebajar emisiones. Se- gún eso no se puede actuar.

A mediano y largo plazo hay acciones definidas, no todas en marcha. A corto plazo no. Cuando el clima presenta ciertas caracterís­ticas, volverán crisis, sea ahora en marzo, en octubre, en 2018, en 2019. Con más de 120 000 vehículos nuevos en la región cada año, esto exige medidas. Hay que evitar las crisis, no actuar solo para el momento en que están como hacen hoy. La Alcaldía y el Área esperan que a punta de consejos la situación cambie. Para quienes se expresan en redes sociales, es temor y defensa de ciertos intereses.

Cualquier medida pisa callos, pero alivia pulmones.

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Así no se declaren contingenc­ias todos los días estamos ensuciando el aire de forma desmesurad­a.

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