¿Y ENTONCES QUÉ HACEMOS?
Pensando en soluciones, EL COLOMBIANO consultó a diferentes personas acerca de las estrategias para mitigar este problema: el consultor en seguridad, John
Marulanda; el decano de la Escuela de Humanidades de Eafit, Jorge Giraldo, quien fue miembro de la Comisión Histórica del Conflicto y sus Víctimas, en La Habana; el general José Ángel Mendoza, jefe de Policía Antinarcóticos; y el sacerdote José Luis
Foncillas, coordinador de la Casa de Memoria de la Costa Pacífica Nariñense, donde están las mayores extensiones de cultivos de coca.
1
“Atacar las redes de corrupción y lavado de activos, porque aquí es donde se invierten las ganancias del negocio. Mientras existan, siempre habrá narcotráfico” (John Marulanda).
2
“Como el 42% de cultivos están concentrados en 10 municipios, como Tumaco y Tibú, implementar allí un mecanismo de emergencia que permita la aspersión aérea” (Jorge Giraldo).
3
“Focalizar el esfuerzo en atacar los laboratorios de coca y la interdicción de insumos químicos, porque si no hay cómo procesar la coca, se desestimula el cultivo” (general José Mendoza).
4
“Implementar un modelo de mercado desarrollado para los productos con los cuales se pretende sustituir la coca, como el cacao, para que el campesino pueda vivir de ellos (padre José).
5
“Una campaña educativa muy grande y efectiva, para que los jóvenes no vayan a caer en el problema de las drogas. Debe incluir el compromiso internacional” (John Marulanda).
6
“Priorizar el esfuerzo del Estado en sustitución de cultivos en los sitios donde las Farc han tenido el monopolio de las armas, como Guaviare y Nudo de Paramillo” (Jorge Giraldo).
7
“Superar lo que ya estamos haciendo en investigación judicial contra los financistas de los cultivos ilícitos, persiguiendo sus bienes con extinción de dominio” (general José Mendoza).
8
“Mejorar las condiciones generales del campo, con vías terciarias, escuelas, acceso a la salud y servicios públicos, para que el campesino encuentre sustento” (padre José). P r e s s R e a d e r. c o m