DERECHO A UN AIRE LIMPIO
No nos ganamos nada si el derecho al trabajo está por encima del derecho a un aire sano. El aire envenenado no le sirve a nadie. Los que trabajan contaminando, envenenan y se envenenan. Por supuesto que ellos tienen derecho al trabajo, pero todos tenemos derecho a un aire limpio.
No más “medidas” que dependen de la aceptación voluntaria de las personas. No más medidas naranja.
A esta administración le toca implementar acciones para el presente y para el futuro. ¿Cómo desalentar la venta de motos en esta ciudad? ¿Cómo desalentar la venta de carros particulares para satisfacer el ego o la “necesidad” de una persona? Que no ruede un taxi ni un bus más de gasolina. Que se restrinja el horario de las volquetas… ¿acciones inviables? Esta ciudad necesita ya acciones para un aire limpio y respirable. Podemos vivir sin carros, sin motos, sin buses, sin taxis, sin volquetas, sin camiones, o al menos no rodando durante 16 horas diarias… pero nadie, ni siquiera quienes dependen económicamente de ellos, pueden vivir, tan siquiera 15 minutos diarios sin aire. ¿Drástico? ¿Escandaloso? ¿Necesario?
¿Acaso porque no estamos como Beijing, la cosa puede esperar? Ese es el problema de la mentalidad pública y privada del tercer mundo. Esperar a que sea el próximo dirigente quien tome las medidas drásticas, porque las impopulares restan votos a unos y ganancias a otros; razón por la cual con el tiempo las situaciones se vuelven inmanejables.
Si los alcaldes anteriores, con sus investigaciones y prospectivas (en lo que gastan millones) hubieran empezado a regular la cosa, hoy no estaríamos en esta dramática situación. Si los de hoy no hacen nada, sobrepasaremos a Beijing en pocos años (no faltarán los egos inflados por te- ner la ciudad más contaminada del mundo).
Los ciudadanos reclamamos acciones, no medidas. Acciones que deberán ser permanentes en el tiempo: no un día de pico y placa o un fin de semana sin motos… estas restricciones transitorias no están de acuerdo con la drasticidad de la situación.
Supongo que la presión de las agremiaciones de transportadores es fuerte; pero por el bien de todos, esperamos un paquete importante de acciones, que no esté basado en voluntariosos y valientes ciclistas tragando veneno en media hora de solidaridad