CÓMO TRUMP PUEDE ARREGLAR EL CUIDADO DE LA SALUD
El presidente Trump más que todo se ha hecho a un lado de los desorganizados debates políticos sobre reforma de cuidado de la salud. Pero en medio de la guerra en el Capitolio entre facciones Republicanas, él podría aprovechar el momento para ofrecer liderazgo que va de acuerdo con su mensaje de campaña para interrumpir la política de salud existente.
En lugar de tratar de satisfacer al ala del libre mercado de su partido, Trump podría presionar por una solución que cumpla con sus promesas populistas al proponer cobertura catastrófica universal, poniendo fin al espectro de quiebra médica para muchos estadounidenses.
No cabe duda que la legislación de reemplazo para el Acta de Cuidado de Salud Asequible propuesta por el presidente de la Cámara Paul Ryan ha dejado a muchos en el Capitolio desconsolados, dejando a moderados y conservadores por igual descontentos y atrayendo la oposición de grupos tan diversos como la Fundación Heritage y AARP. Y aunque Ryan logre la aprobación de esta legislación, el Senado probablemente la volverá a redactar durante el proceso de reconciliación.
Durante la campaña, Trump prometió que su reemplazo para la política más reconocida del presidente Barack Obama conservaría algunos de los aspectos más populares de Obamacare, pero de una forma menos costosa que proporciona un mejor cuidado. Él repetidamente prometió que su plan cubriría a todo el mundo.
El proyecto republicano de la Cámara, el Acta de Cuidado de Salud Americano, no cumplirá con las promesas de Trump. Representa un verdadero intento por parte de Ryan de reformar los derechos y enviar a autoridad para Medicaid a los Estados. Lo que no hace es tratar de dar seguro de salud a todos los americanos, como lo prometió Trump: incluso con miles de millones de dólares en créditos tributarios reembolsables bajo el plan, se proyecta que 52 millones de americanos estarán sin seguro de aquí al 2026, según la Oficina Presupuestaria del Congreso.
Trump ganó la presidencia en parte por unas grandes promesas, incluyendo romper con la ortodoxia conservadora en cuanto a privilegios. Si el Congreso no cumple con esa promesa, Trump lo podría corregir yendo audazmente en un sentido que es anatema para muchos en la derecha, pero posiblemente aceptable para algunos demócratas: cobertura catastrófica universal.
El temor más grande de muchos americanos es que los cuidados de la salud los dejarán en la bancarrota. La calidad del cuidado que recibimos es alta.
Al brindar cuidado catastrófico para todos, Trump podría asegurar que todos tienen un límite contra la bancarrota médica, mientras que deja a los estados libres para experimentar con opciones para la reforma. También habilitaría al sector privado para ofrecer nuevos productos de seguros para suplementar la cobertura básica de cuidado catastrófico.
Esta idea tiene algo de apoyo entre conservadores. En el 2012 Kip Hagopian y Dana
Goldman estimaron en Asuntos Nacionales que para asegurar a los 209 millones de americanos que aún no están cubier- tos por programas de salud públicos costaría unos US$ 2.000 por persona, o US$ 7.200 por familia por año, la mitad de los US$ 1.7 trillones de Obamacare en la próxima décadas. Individuos y familias luego podrían comprar cobertura adicional de acuerdo con sus necesidades particulares, pero no quedarían en la bancarrota por enfermedades severas o accidentes.
Si los gastos de salud que de otra manera serían inasequibles fueran cubiertos por el seguro y gastos de salud rutinarios fueran tratados como gastos normales del hogar, la población entera estaría protegida de pérdidas devastadoras mientras que podría emerger un mercado del consumidor eficiente en cuidado de la salud, dijeron.
Dada la opción entre el plan republicano de la Cámara o uno en el que todos los americanos tienen cobertura, los demócratas moderados serían sabios al irse con esta solución.
Trump nunca ha evitado pensar en grande, y ahora tiene la oportunidad de voltear patas arriba al cuidado de la salud con una solución populista que podría ir lejos en solucionar uno de los problemas más grandes de la nación
Trump prometió que su reemplazo para la política más reconocida del presidente Obama conservaría algunos de los aspectos más populares de Obamacare.