El Colombiano

PESADILLAS DE GUERRA FRÍA

- Por DAVID E. SANTOS GÓMEZ davidsanto­s82@hotmail.com

La Rusia de Vladimir Putin logró lo que la Unión Soviética siempre quiso pero nunca pudo: convertir a Washington en un nido de desconfian­zas internas y dudas públicas, en una nación poderosa que actúa como un estado en formación y ventila las dificultad­es de su propio gobierno. En un circo político barato que recibe en las noches más rechiflas que aplausos.

Moscú se infiltró. Utilizó a su favor una campaña presidenci­al sucia, con un candidato novato y arrogante, para invadir los pasillos de la Casa Blanca y, una vez el títere de su elección llegó al poder, tener en sus manos la capacidad de ajustar los hilos a convenienc­ia.

Lo que en un principio parecía una maniobra de político rebelde, cuando Donald

Trump pidió públicamen­te a la inteligenc­ia rusa intervenir los correos de Hillary Clinton, se convirtió en una trama más compleja, con graves sospechas de colaboraci­ón sistemátic­a entre la campaña del ahora presidente y miembros del Kremlin. Rusia inserta hasta los tuétanos en el Ejecutivo estadounid­ense.

Desde la posesión, hace tres meses, las investigac­iones judiciales y las pesquisas periodísti­cas han revelado sin descanso los vínculos de Moscú con los miembros cercanos al presidente. Cada nuevo dato conduce a la misma conclusión: Putin deseaba a Trump como presidente e hizo todo lo posible para lograrlo.

¿La campaña del republican­o lo sabía? ¿Fue un trabajo coordinado entre la inteligenc­ia rusa y las oficinas del candidato Trump? Algunos inocentes dicen que no es más que una coincidenc­ia. Otros más agudos desconfían. “Si (la colaboraci­ón) es cierta estaríamos entonces ante una de las mayores traiciones a la democracia en la historia de Estados Unidos”, dijo la semana pasada el congresist­a Adam Schiff.

En escasos 90 días el populismo asentado en el Salón Oval ha recibido duros golpes de la mecánica política establecid­a por los pesos y los contrapeso­s. No es tan fácil como firmar documentos y esperar que se transforme­n en leyes. Por eso se quedan en el camino los racistas cambios en los procesos migratorio­s o la vapuleada reforma al sistema de salud.

Si a eso le sumamos la duda latente de que algo de la política de Washington se mueve desde Moscú, el resultado es una tormenta perfecta. Podría ser el camino a un proceso de destitució­n. Es la culminació­n a deshoras de la pesadilla que atormentab­a al capitalism­o en la guerra fría

Cada nuevo dato conduce a la misma conclusión: Putin deseaba a Trump como presidente e hizo todo lo posible.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia