PÓRTATE BIEN
Está bien el esfuerzo del gobierno local por tratar de mejorar la convivencia en esta ciudad, pero desde ya anticipo en lo que quedará la campaña “Pórtate bien”, lanzada por la Alcaldía de Medellín la semana pasada: en nada.
La misma Alcaldía informó que Según el Sistema de Información para la Seguridad y la Convivencia-SISC, en 2016 se presentaron en la ciudad 51.523 riñas, lo que equivale a 141 peleas diarias. La mayoría de ellas involucraron a personas en estado de embriaguez; por eso se hace el esfuerzo por la convivencia a través de esta campaña.
En el tema “Responsabilidad”, el sitio web oficial de la FLA anota: “Una de las principales razones por las que existimos y que nos mueve a trabajar todos los días, es aportar al desarrollo y al bienestar de todos los antioqueños”; y después, asegura: “La FLA se ha perfeccionado con los años… somos maestros en la generación de emociones, de alegría y de optimismo”. Lo escribe en el contexto de ser generadores de recursos para programas de salud y educación; programas que se benefician en segundo plano como resultado del consumo de licor.
Porque en primer plano, el licor es protagonista pa las que sea: para ver un partido de fútbol, para ‘celebrar’ cualquier acontecimiento, para pasar las penas y tristezas, para los encuentros y despedidas, para los triunfos y derrotas, para los nacimientos y las muertes. Y como la sociedad del exceso vive en modalidad desmesura sin conocer límites, a lo largo y ancho de esta ciudad (sin contar los otros municipios del Área Metropolitana) diariamente tanta emoción, alegría y optimismo nos cuestan más de 100 peleas producidas por los borrachitos dispuestos pa las que sean.
Entiendo que cada gobier- no hace campañas de este estilo (entre otras, no dijeron cuánto vale esta), con la que además, en esta ocasión, se pretende bajar el exceso de ruido y la mala disposición de basuras en la extacita de plata; pero, con toda sinceridad, las caritas felices serán un paño de agua tibia para problemas tan enquistados en la cotidianidad y que, de encima el del consumo de licor, es incentivado por el gobierno departamental. A lo mejor esa platica generaría mayores resultados en programas pedagógicos en las instituciones educativas, donde el problema se manifiesta desde muy temprano