EL EMPUJÓN DE MADURO
En uno de los cargos que he ocupado por nombramiento, cuando se presentó un escándalo de grandes proporciones, en una reunión del jefe con los funcionarios dependientes nos dijo que hiciéramos noticia, cualquiera que fuera, para lograr que la opinión pública pensara en otras cosas y se olvidaran del escándalo que se había suscitado.
La anterior es una práctica perversa pero bastante socorrida por quienes no tienen nada positivo que mostrarle a su gente y tienen que esconder la verdad. Entretener la opinión pública es fácil para sacarla de la realidad de las circunstancias complicadas.
Nada más fácil, para desorientar a la opinión, que crear un conflicto internacional. Chávez y su sucesor Maduro han sido expertos en eso. Santos, el mejor amigo de ellos, fácilmente se puede apoyar en su vecino. Una invasión armada, bien publicitada, se aprovecha para aparentar firmeza con su vecino y hacer que la opinión nacional se haga del lado de nuestro dictador. El vecino, ante la “firmeza” de Juanpa (como le gusta que le digamos) retiró sus tropas sin la arrogancia y las amenazas a las que nos tenía acostumbrados. Haga noticia para desviar la opinión, es la consigna.
El escándalo de la financiación de las campañas de Santos es una realidad. Que la del año 2010 ya prescribió y allí nos quieren mantener hasta cuando la del año 2014 prescriba. No hay ninguna duda de que esta última fue la más comprometedora para este gobierno. No solo el cambio repentino de la tendencia ganadora de Óscar Iván
Zuluaga, sino la financiación con dineros del exterior que no aparecen en los libros de la campaña. Odebrecht, Interbolsa y Marketmedios ya mostraron que sí aportaron para la campaña y para la publicidad. Hay que exigir que se abra la investigación de la de 2014.
Si es como dicen los aportantes, el presidente Juanpa (como le gusta que le digamos) tiene que retirarse del cargo que no le corresponde. El artículo 109 de la Constitución en su inciso sexto así lo manda, o mejor, el presidente tiene que ser destituido o si se atreve a honrar su nombre tiene que renunciar.
Tenemos que reaccionar todos los colombianos de bien. Tenemos que pronunciarnos el primero de abril. Cuando decimos todos, debemos ser los colombianos sin distinción.
Hay que hacer el miedo a un lado, es cierto que Juanpa (como le gusta que le digamos) es vengativo, que persigue a quienes no lo apoyan, pero más vale una venganza del dictador y del usurpador del cargo que un futuro cercano de hambre y de miseria.
Nadie, que quiera a la Patria, debe faltar a la marcha el primero de abril. No podemos preguntar para qué sirve. Y, si preguntan, sirve para mostrarle al dictador que el pueblo que equivocadamente lo eligió la primera vez lo rechaza. Y para mostrarle que el robo de la segunda vez lo tiene que pagar con la destitución o con la renuncia si es que algo le queda de dignidad.
La Patria manda a marchar a todos los colombianos el primero de abril
Hay que hacer el miedo a un lado, es cierto que Santos es vengativo, pero más vale una venganza del dictador que un futuro cercano de hambre y miseria.