¿Conviene a Itagüí que se le lleven la Fábrica de Licores?
Mientras la Administración departamental sigue deshojando margaritas para definir el destino de la sede de la Fábrica de Licores de Antioquia (FLA), en Itagüí, donde ha estado durante los últimos 46 años, están expectantes, pero no se disipa el temor ante las consecuencias que pueda acarrear el retiro de la planta.
Por eso, autoridades y concejales del municipio del sur del valle de Aburrá esperan esta semana una respuesta del gobernador Luis Pérez, en el sentido de que defina la destinación de una parte del valor en el que se concrete la venta del predio a la arcas de la administración local.
De entrada, preocupa a líderes de Itagüí los tributos que dejarán de recibir, unos 5.000 millones de pesos al año, recursos que sirven, en parte, para la materialización de proyectos establecidos en el plan de desarrollo.
El alcalde de Itagüí, León Mario Bedoya, indicó que enviaron la comunicación al Gobernador para plantearle alternativas que puedan resarcir una eventual afecta-
ción al municipio.
“Que en compensación y como compromiso de la Gobernación con el municipio se estudie la posibilidad de que el 10 % de la venta del lote de la FLA se destine a obras prioritarias en Itagüí. Con esto que se logre equidad y además darles respuestas a los ciudadanos que han estado inquietos ante esa posibilidad que podría afectar las financias del municipio”, dijo Bedoya.
El terreno en el que se encuentra la FLA tiene un área de 200 mil metros cuadrados, equivalente a 20 hectáreas. Sería vendido a particulares para la construcción de vivienda, comercio y espacio público.
Un estudio realizado por una entidad financiera ya arrojó que el destino de la planta debe ser el norte del valle de Aburrá, sin embargo queda por concretar el valor en el que se venderá el pre- dio ubicado cerca a la estación Aguacatala del metro y el modelo que se empleará para su enajenación.
La Alcaldía acepta que con el traslado se golpean las finanzas y el empleo, pero cree que los ingresos por impuesto predial e industria y comercio, con la construcción de apartamentos y locales, podrían triplicarse.
Se espera que la determinación impacte positivamente en la calidad del aire al sacar de circulación muchos camiones que ingresan al corredor del río para cargar y descargar en la FLA.