AHORA NETFLIX ES TODO PULGARES
Netflix, como podrá haber escuchado, está acabando con sus estrellas. En una rueda de prensa recientemente en su sede principal en Los Gatos, California, la compañía anunció que se está deshaciendo de su sistema de calificación de cinco estrellas y lo cambiará por dígitos binarios: específicamente el pulgar hacia arriba o el pulgar hacia abajo.
“Ahora es más fácil decirnos lo que le gusta”, promete el sitio.
Las estrellas estaban de salida por varias razones. Por un lado, Netflix estaba haciendo la transición de una empresa de alquiler de DVD a una compañía de streaming. Dependía menos de usted decirle lo que le gustaba, (por medio de las calificaciones), porque ya sabía lo que a usted le gustaba, simplemente con analizar lo que había visto.
Y solía haber una brecha entre los dos comportamiento. Las personas califican de manera aspiracional, pero veían cosas de manera situacional. Sí, usted le dio una calificación de cinco estrellas a “Ese Documental Importante” cuando por fin tuvo tiempo de verlo, pero al final de un día estresante en la oficina, con más frecuencia se iba con algo más agradable como “Los seis hermanos ridículos”.
Pero por qué suceden las calificaciones aspiracionales en Netflix es intrigante, dado que nadie más ve su lista de Netflix. Solo es usted, haciendo click hacia una mejor versión de usted mismo.
Otra razón para el cambio de Netflix de estrellas a pulgares es que, en términos de científicos de datos, las calificaciones con estrellas son “bullosas”. Puede que yo haya pasado unos cuantos minutos racionalizando mi calificación de 3,5 estrellas, pero desde el punto de vista de la recomendación, no era mucho más útil que simplemente decir si me gustó o no.
La compañía de música Pandora una vez trató de solicitar las opiniones de los oyentes en cuanto al porqué le dieron pulgar hacia arriba o pulgar hacia abajo a una canción. El experimento terminó rápidamente cuando la compañía se dio cuenta de que esencialmente no había nada que pudiera hacer con las variadas respuestas.
Incluso cuando las personas tienen la opción de dar calificaciones con estrellas, la investigación ha demostrado que las respuestas tienden a agruparse en los extremos de uno y cinco puntos, sirviendo como un pulgar hacia arriba o hacia abajo de facto.
(Esta fue una razón por la que YouTube también abandonó sus estrellas a favor de los pulgares). El pulgar, como lo sabe cualquiera que haya visto “El Gladiador”, es una señal clara y poderosa, aunque interesantemente hay algún argumento académico que indica que el pulgar hacia arriba indica el final para un gladiador vencido. Las audiencias romanas sabían lo que les gustaba.
Claro que es difícil resistir la noción de que la decisión de Netflix representa algún tipo de simplificación.
Recientemente en un baño del aeropuerto de Frankfurt, vi una señal que preguntaba “¿Está satisfecho con la limpieza de este baño hoy?” Debajo había tres botones: una cara feliz verde, una cara neutral amarilla, y una cara triste roja. Este simple interfaz parecía apropiado para la tarea; estoy seguro de que la gerencia del aeropuerto no requiere un análisis más detallado mío de su higiene en el baño (“Aunque me gustó el nivel de pulido en las baldosas, sentí que el secador de la mano podría haber sido un poco más caliente”).
Pero una película, en teoría, es una experiencia más compleja que un viaje al baño. ¿Deben nuestras respuestas ser tan racionalizadas, tan canalizadas en las pruebas preferenciales “A/B” del mundo de Internet?
La movida de Netflix parece ser otro ejemplo de lo que Alicia Eler y Eve Peyser, en un ensayo en The New In
quiry, llaman la “tinderización del sentimiento”. La aplicación de citas Tinder, argumentan, “es una metáfora para acelerar y mecanizar la toma de decisiones, convirtiéndonos en criaturas binarias que pueden pasar por alto las preguntas y emociones subyacentes y en su lugar ir con lo que se siente realmente bien en el momento”.
En un mundo de elecciones del consumidor ampliamente proliferantes, no es de extrañar que debamos recurrir a los gestos más rápidos y primitivos para expresar juicios. Después de todo, sabemos lo que nos gusta. Pero estas decisiones rápidas binarias deberían darnos una pausa
Las personas califican de manera aspiracional, pero veían cosas de manera situacional.