Mundos diversos se alinean en el Mamm
Seis exposiciones se abren hoy en el Museo de Arte Moderno de Medellín. Técnicas y visiones diversas.
Uno es todo lo que ha vivido, lo que ha leído, lo que ha olvidado. Juan Mejía, el artista gringo-caleñobogotano, cree que de lo que más sabe, de lo que más puede hablar, es de sí mismo. Por eso su obra es autobiográfica.
Es uno de los creadores que abrirá exposición en el Museo de Arte Moderno de Medellín este miércoles.
La suya, en el programa Revisiones, se titula Educación sentimental y hace un paneo de su carrera en el arte.
No avancemos hasta no decir que Revisiones es el programa del Mamm que destaca a un creador de “mediana carrera”, como dice Emiliano Valdés, el curador del museo. Se refiere a esos artistas que “no son emergentes o nuevos, pero tampoco los más consolidados”. La de Juan es una trayectoria de 22 años, al menos desde el momento cuando comenzaron sus exposiciones.
El título de su muestra es una “apropiación” del de una novela de Gustave Flaubert: La educación sentimental. La última que publicó el francés, en la que habla de Frédéric Moreau, joven activista que se enamora de una mujer mayor que él...
Mejía había nombrado así una muestra suya —todavía en creación—, que comprende un Pinocho de madera, una lista de títulos de libros escrita en la pared y un bonsái. Y ahora, para la retrospectiva, decidió abarcar en este título la exposición completa. Dibujos, pinturas, “porque hace unos tres años regresé a la pintura en lienzo”.
Juan habla de esos componentes disímiles de su muestra: “El Pinocho es una metáfora. Él muñeco quería convertirse en niño, tomar los libros e ir al colegio. La lista de títulos son los que he leído en gran parte de mi vida o que vengo leyendo desde que adquirí un hábito más bien sistemático de leer. Y el bonsái es otra metáfora, porque, al igual que Pinocho, es como un árbol de mentiras con pretensiones de serlo realmente y un ser al que hay que cuidar”.
Las lecturas de un artista como él y, más, de un profesor de artes como él —es docente en la Universidad de los Andes— es variada en temas, literatura, historia, artes. ¿Es que todos los libros, en el fondo, tienen algo que contribuye a la educación de los sentimientos?
“No todos los libros tienen que ver con los sentimientos —explica Juan—. De hecho, entre esos títulos están Cumbres borrascosas y La montaña mágica, novelas de los escritores Emily Brontë y Thomas Mann, respectivamente; Juro que vi esto, del antropólogo Michael Taussig; El mundo como voluntad y representación, ensayo filosófico de Arthur Schopenhauer... Tienen que ver con el acto formativo, que me interesa tanto”.
Somos consumidores de cultura, reflexiona Juan, y adquirimos conocimientos de tantos lados y lo mismo “de alta cultura que de cultura popular” y de esa mezcla sale la creación.
Muestras temporales
Se abren tres muestras temporales: Fotografía de León Ruiz, arte conceptual de Carlos Bonil y Los naturalistas.
León Ruiz es un fotógrafo antioqueño. Su obra está en el archivo de la Biblioteca Piloto.
Nacido en Medellín en 1933, León vendió cámaras fotográficas. Decidió luego viajar por el país y el exterior tomando fotografías. Fue profesor de fotografía en la Universidad de Antioquia y ha publicado, entre otros libros, El río grande de la Magdalena.
“Retratos de cuerpo entero” es el título de su muestra. Según Emiliano, corresponde a fotografías tomadas en el barrio Guayaquil de Medellín, en el decenio de 1970.
Son imágenes de personajes dedicados a la economía informal, como coteros, legumbreros, vendedores, montallantas, mensajeros...
“Con quienes él hablaba y les pagaba para retratarlos”.