Reinaldo y Macnelly hicieron sonreír al Arena Condá
Los 22 jugadores que salieron a la cancha del Arena Condá de Chapecó tenían el compromiso de dar espectáculo por los hinchas que fueron a alentarlos y por los que, desde el cielo, observaron el compromiso.
Reinaldo fue el hombre distinto en Chapecoense, nun- ca bajó los brazos y anotó el primer gol de su equipo. En Nacional hubo dos jugadores que sobresalieron, Franco Armani y Macnelly Torres.
Sin embargo, el creativo verde se inventó una gran jugada para el 1-1 que lo diferenció del resto.
En la cancha hubo lucha, compromiso y mucho sudor, pero pocos, como Reinaldo y Macnelly, se dieron cuenta que había que poner más, era necesario que la gente sonriera en las tribunas después de cuatro meses de lágrimas y lamentos por los jugadores fallecidos.
En sus pies tendrían la fórmula para hacerles cosquillas a las almas de los más de 20.000 hinchas que acudieron a la cita.
Luiz Octávio fue el hombre que les regaló la alegría suprema a la afición del Chapecoense con el gol del triunfo, pero sin la inspiración de Reinaldo y la magia de Macnelly, la noche se hubiera quedado solo en las lágrimas del recuerdo
Fue la victoria del hermano menor, porque Chapecoense no tiene los logros de Nacional y está en reestructu- ración, pero también el partido se convirtió en un ejemplo de la capacidad humana de caer y volver a levantarse.
En esta nueva era, Reinaldo y Macnelly han aportado un grano de arena importante para que, sin olvidar a los que no están, decirles desde acá que el fútbol continúa y que jamás debe perder la inspiración y las genialidades