Insuficiente protección a mujeres amenazadas
Según Medicina Legal, este año, han sido asesinadas 204, 24 a manos de parejas o exparejas.
25 han sido asesinadas por sus parejas o exparejas este año, según el Instituto de Medicina Legal, y muchas tenían medidas protectoras. Expertos dicen que no hay articulación institucional.
Cuando una mujer es agredida o intimidada por un hombre y acude a una Comisaría a hacer la denuncia, allí, según la valoración de Medicina Legal, determinan que medidas de protección imponen a la ofendida.
La principal acción que establece la ley es el desalojo del agresor, y prohibirle la entrada a la casa por un tiempo de determinado. Pero según Javier Pineda, director de la Maestría en Género de la U. de los Andes, así al agresor lo saque la Policía de la casa, puede volver en cualquier momento.
“Muchas mujeres que denunciar quedan más vulnerables porque hacen visibles los casos. La protección policial consiste en una ronda de vez en cuando por la casa para ver si el tipo no vuelve, pero por lo general regresan, son violentos y hasta se llevan los bienes”, afirma Pineda.
Claudia Johana Rodríguez, la mujer asesinada el lunes pasado en un centro comercial de Bogotá por su expareja, Julio Alberto Reyes, tenía medidas de protección, pero, como en muchos de estos casos, estas no evitaron un desenlace fatal.
Según Medicina Legal, hasta el 5 de abril se tiene el registro de 204 casos de asesinatos de mujeres y, de estos, 24 fueron perpetrados por sus parejas y excónyugues. El año pasado se presentaron 122 casos de muertes causados por las parejas o excompañeros sentimentales y 902 homicidios de mujeres en total.
¿Qué se está haciendo?
Fabiola Calvo, doctora en Ciencias Políticas y Sociología, aduce que las fallas del sistema de protección a las mujeres es un problema estructural que tiene que ver tanto con todas las instituciones del Estado y la sociedad, y que hay que tratar de abajo a arriba.
“Hay muchas normas, leyes y discursos, pero no tienen un peso real. En lo programas de desarrollo el presupuesto para las mujeres es precario. Es mu-
cha la bulla y poca la acción. No se está preparando a los funcionarios para que atiendan a las mujeres. No se está atendiendo el sistema educativo para que pueda dar un cambio real”.
Al respecto Martha Ordóñez, consejera presidencial para la Equidad de la Mujer, le dijo a EL COLOMBIANO que el marco normativo es absolutamente completo y que los protocolos están dados para que se cumplan, pero lo que hay que evaluar es qué pasa cuando se otorgan las medidas de protección.
“Esto toca revisarlo con cada uno de los municipios, porque de ellos dependen las comisarías de familia, con los mecanismos de género de cada departamento y con la articulación intersectorial. Cómo nos estamos complementando desde la institucionalidad para proteger a las mujeres de cualquier tipo de violencia”.
Ordóñez agrega que la ley 1257 de 2008, que dicta normas de sensibilización, prevención y sanción de formas de violencia y discriminación contra las mujeres, ratifica que es corresponsable el Estado, la sociedad y la familia, y por eso es deber de todos seguir trabajando para generar cambios estructurales y de actitud en las familias, la so- ciedad y la escuela.
Al respecto, el general Hoover Penilla, comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá afirma que se adelantan labores de protección para las mujeres, pero reconoce que falta aun respuesta más contundente. “Nos falta ser más agresivos en el momento en que se tiene conocimiento del hecho de una situación de violencia en contra de una mujer. Hay que tomar medidas más drásticas en contra
del hombre porque la mujer se ve asediada”, afirmó el oficial.
¿Un problema cultural?
Robert Salamanca, director del Programa de Trabajo Social de la Universidad Externado considera que la violencia de género no es solo un asunto de legislación, que presenta avances, sino también de la cultura patriarcal que históricamente ha permeado la sociedad, y que está relacionada con el machismo.
“Hay muchos hombres maltratantes que no tienen ningún tipo de castigos que condenen estos hechos, De igual manera, todavía el temor incide mucho en que las mujeres no denuncien, para que se sientan protegidas”.
Salamanca dice que, en la intimidad del hogar, muchas mujeres son amenazadas “y prima el temor no solo a denunciar sino a efectos que pueden tener las denuncias en los hombres”.
Prevención, la tarea
Para Rocío Pineda, exsecretaria de la Mujer en Antioquia, la prevención es la principal tarea, y consiste en cambiar las costumbres arraigadas y las creencias y mitos que hacen de la mujer un objeto.
“Lo que acaba de pasar con el reconocimiento que le hace el gobernador de Antioquia, Luis Pérez, a un cantante, que puede ser muy disciplinado, que puede haber cumplido sus sueños, lo que está mostrando es que discursos como el de Cuatro babys, refuerzan precisamente eso que hay que prevenir y transformar: el discurso que ve a la mujer como una cosa y objeto, que uso, que cojo y que tiro cuando quiero”.
Pineda enfatiza en que existe una desconfianza y banalización de lo que las mujeres denuncian y, por eso, la justicia es muy poco oportuna al tomar las medidas que la ley le dice al sistema que debe brindarle a una mujer amenazada. Por esto considera que urge implementar campañas de transformación de conducta de las personas que atienden en las instituciones
“El marco normativo es completo y los protocolos están dados para que se cumplan las medidas de protección”. MARTHA ORDÓÑEZ Consejera presidencial para la Equidad