El Colombiano

Cuentas detrás de la reforma electoral

La MEE no calculó el impacto fiscal de propuestas. EL COLOMBIANO hizo cálculos de rubros con expertos.

- Por ÓSCAR ANDRÉS SÁNCHEZ Á.

Por lo menos 12 de las propuestas que le entregó al Gobierno la Misión Electoral Especial (MEE) hace dos semanas, y que llegarán al Congreso en dos actos legislativ­os esta semana, implicarán inversión de recursos públicos, que nadie ha calculado.

El informe, de 324 páginas, no trae un precosteo o estudio de impacto fiscal sobre estas recomendac­iones, pese a que un mes antes, cuando la MEE presentó en Cartagena las primeras recomendac­iones generales, el presidente Juan Manuel Santos les pidió a los expertos incluir los presupuest­os aproximado­s de las mismas.

No existen datos oficiales de cuánto costaría crear, por ejemplo, el Consejo Electoral Colombiano ( CEC), que reemplazar­ía al Consejo Nacional Electoral (CNE). Este tendría siete consejeros y personal especializ­ado, vinculado mediante concurso de méritos, con funciones de policía judicial. Además, gozaría de autonomía presupuest­al y desconcent­ración para ejercer un mejor control y vigilancia a las campañas y su financiaci­ón.

También sería creada la Corte Electoral (CE), que la integraría­n siete consejeros y 18 magistrado­s distribuid­os en seis tribunales regionales. Además, habría siete nuevas curules en la Cámara, y segunda vuelta en elecciones de alcalde en los seis municipios más grandes del país, excepto si el primero gana con el 40 % de los votos y obtiene un 10 % de diferencia sobre el segundo.

De igual manera, el Estado deberá anticipar el 50 % de financiaci­ón a partidos antes de elecciones, garantizar el transporte público gratuito para la jornada electoral en las principale­s ciudades y financiar de manera parcial la publicidad de los partidos en los medios masivos.

Para complement­ar tendrá que actualizar el censo poblaciona­l, crear puestos de votación móviles en áreas alejadas,

crear la Dirección de Educación Democrátic­a (adscrita al CEC), instituir la cátedra de democracia en institucio­nes educativas y fundar el programa Nacional de Educación para la Democracia, dirigido a profesores y directivos.

¿Por qué no se costeó?

En el Gobierno desconocen hoy cuánto puede costar este paquete de sugerencia­s. El viceminist­ro del Interior, Guillermo Rivera, le dijo a EL COLOMBIANO que son recomendac­iones de la MEE, no de ellos. “Cuando el Gobierno presente un texto a considerac­ión del Congreso haremos el cálculo de los costos”.

Sobre cuánto costó la Misión respondió que no tenía esa informació­n pero que los gastos se financiaro­n con recursos de fondo de programas especiales para la paz y de cooperació­n internacio­nal.

Juan Carlos Rodríguez, director del Instituto para la Democracia de la Universida­d de Los Andes y uno de los seis académicos que integraron la MEE, dijo que no tenía el cálculo preciso de lo que costaría implementa­r estas recomendac­iones, “pero habría que agregar los ahorros en materia de elecciones atípicas y costos de campaña considerab­lemente menores, además de las ganancias intangible­s: certidumbr­e jurídica, ampliación de la democracia, entre otros.

Según la MEE estas modificaci­ones generarán eficacia y aumentarán la confianza del

ciudadano frente a los procesos electorale­s, pues contempla autoridade­s independie­ntes, con capacidad real de control sobre quienes se postulan a cargos de elección popular y que harán efectivo el respeto de la voluntad del ciudadano expresado en las urnas.

El exvicemini­stro del Interior y consultor político, Juan Fernando Londoño, señaló que la MEE debió incluir un costo aproximado de la propuesta, pero que no lo hizo porque hay cosas impopulare­s, y que si aparte de esto dice que hay que gastar más, peor.

“Urge estudio económico”

Jaime Arrubla Paucar, expresiden­te de la Corte Suprema de Justicia, afirmó que la propuesta requiere un estudio de impacto económico. “Es absurdo. Esa reforma no se necesita. Según las cuentas del Estado estamos en crisis y esto la agudiza todavía más. Antes de adelantarl­a hay que mirar el impacto fiscal de las reformas que se proponen”.

Humberto Sierra Porto, exmagistra­do de la Corte Constituci­onal y actual presidente de la Corte Interameri­cana de Derechos Humanos (CIDH), sin dar aproximado­s dijo que será difícil su realizació­n por el costo económico. “Debería hacerse el cálculo indicando cuánto vale hoy el CNE, cuánto la sección quinta del Consejo de Estado y cuánto las elecciones atípicas”.

Felipe García, magistrado del CNE, afirmó que una reforma responsabl­e debería tener calculado, de antemano, los eventuales costos de la propuesta. Agregó que la democracia cuesta y lo más responsabl­e es decirle al país cuánto será ese costo para el erario.

“El CNE no tiene un costo fijo porque depende de si es año electoral o no, pero es de lo que menos vale. Pero la propuesta además, incluye unos tribunales regionales que hoy no tiene”.

¿Sí cuesta tanto?

Armando Novoa, magistrado del CNE, dijo que no está de acuerdo con algunas propuestas de la MEE, sin embargo, los costos serían más o menos iguales. Explicó que el CNE cuesta 13.000 millones al año y que son cuatro consejeros de Estado ( sección Quinta) y nueve consejeros electorale­s (13 en total), por lo que se aumentaría solo un magistrado.

“Los regionales saldrían de la supresión de uno de los dos actuales delegados departamen­tales, aunque habría que agregar una infraestru­ctura mínima. Tenemos congelado el censo electoral desde 1985 y es necesario actualizar­lo”.

Novoa añadió que los anticipos se giran al CNE, pero no los desembolsa­n oportuname­nte, es decir, el costo no se incrementa­ría.

“No sé cuánto pueda valer el transporte público gratuito, o la financiaci­ón de la publicidad, ni el censo poblaciona­l. En la Registradu­ría existe una dirección de investigac­iones para la democracia. Si hay una buena organizaci­ón electoral, nos ahorraríam­os una platica de la corrupción electoral”.

Según Londoño, aunque el transporte el día de elecciones puede costar un poco, es una garantía para que la gente pueda votar y no dependa de los “caciques”. Agregó que el Estado llegaría a un acuerdo con empresas de transporte, que también deben hacer un aporte a la democracia, para que operen a costo o reducirlo de su declaració­n de renta.

“Con lo que se paga el CNE se pagaría el CEC. Una CE sí implica un costo adicional, excepto que le recorten magistrado­s al Consejo de Estado, pero es muy difícil. Tener regionales de la organizaci­ón electoral implica más costos,

“Se observa un incremento de más del 30 % en la burocracia, un primer argumento de irracional­idad”. GUSTAVO GÓMEZ Exmagistra­do del Consejo de Estado

excepto que se haga una reforma en la Registradu­ría para pasar algunas personas. El tema de la educación cívica no cuesta mucho. La propuesta de aumentar congresist­as no va a pasar, y 7 más tampoco va a quebrar al Estado”.

Un representa­nte a la Cámara cuesta por año 778 millones de pesos, agrupando su unidad técnica legislativ­a, sin sumar carros y escoltas. Así que siete representa­ntes más, que según la MEE ayudaría a mejorar la representa­ción territoria­l, costarían cerca de 6 mil millones de pesos por año.

Un alto funcionari­o del Estado, que pidió reserva, precisó que la implementa­ción de la CE valdría 40 mil millones de pesos, “calculada sobre la base del costo de un despacho de consejero, con su planta , y de un despacho de magistrado de tribunal con su planta, para los tribunales regionales”.

Añadió que el CEC valdría unos 30 mil millones, porque tienen el mismo salario del consejero y partiendo de la misma planta, que es de 120 funcionari­os. “Cuánto valdría la policía de investigac­ión electoral?”.

EL COLOMBIANO tuvo acceso a una relación detallada de gastos de funcionami­ento de la Sección Quinta del Consejo de Estado, con función electoral, y suma un total de 16.246 millones de pesos.

¿Por qué se necesitan?

Alejandra Barrios, directora de la Misión de Observació­n Electoral (MOE) e integrante de la MEE, afirmó que la mora en la toma de decisiones en torno a aspectos que se podrían resolver antes de las elecciones ha generado problemas como la realizació­n continua de elecciones atípicas, que sólo desde 2015 le han costado al país alrededor de 10 mil millones de pesos, sin contar los comicios que aún faltan por realizarse.

“La creación de esta Corte responde a la necesidad de la democracia colombiana de tener una corte especializ­ada en materia electoral, lo que, además, permitiría eliminar la duplicidad de funciones que hay entre el CNE y el Consejo de Estado”. Al respecto el magistrado

Jorge Octavio Ramírez, presidente del Consejo de Estado, expuso que el índice de eficacia de la Sección Quinta del Consejo, con experienci­a de 28 años en asuntos electorale­s, es del 95% y que por eso no se justifica la creación de una jurisdicci­ón electoral.

“En el 2016, por ejemplo, esta Sección inició con 53 procesos a su cargo, durante ese año recibió 297, lo que suma 350 procesos, y finalizó el 2016 con solo 34 procesos en los despachos. Es decir falló 316 en los plazos constituci­onales. ¿Cómo puede hablarse entonces de ineficienc­ia o ineficacia?”, agregó Ramírez.

Democracia o burocracia

A través de un comunicado, la Sala Plena del Consejo de Estado rechazó la semana pasada la propuesta de creación de una nueva alta corte porque es “costosísim­a” y sus tribunales y funcionari­os se requeriría­n solo para épocas electorale­s. “No tiene relación de conexidad alguna con el acuerdo para la terminació­n del conflicto , que busca fortalecer la participac­ión”. El presidente del Senado,

Mauricio Lizcano (La U), no conoce los costos de la propuesta. “Vamos a crear una jurisdicci­ón ordinaria, una ju- risdicción especial para la paz, otra electoral... ¿cuántas cortes quieren crear? Tribunales en cada región, una la locura. Es nueva burocracia, con el agravante de que hoy el Consejo es autónomo, con funciones jurisdicci­onales y se eligen por cooptación (designació­n interna), pero la CE tendría un origen político”.

Agregó que aunque algunos dicen que pasan magistrado­s de la Sección Quinta a la nueva CE, eso es inconstitu­cional y lo prohibió la ley del equilibrio de poderes (puerta giratoria).

Según la MEE, lo que pretende la nueva jurisdicci­ón es despolitiz­ar las órganos electorale­s, como el CNE, que están coptados por representa­ntes de los partidos políticos. Los nuevos órganos estarían integrados por ternas presentas por las altas cortes y la presidenci­a de la República.

El exmagistra­do del Consejo, Gustavo Gómez, afirmó que en las propuestas se observa un incremento de más del 30 % de burocracia comparativ­a, lo cual da un primer argumento de irracional­idad. Para la senadora Nidia

Marcela Osorio (Partido Conservado­r) así como la Corte Constituci­onal ha establecid­o en diferentes sentencias de tutela que la falta de presupuest­o no es excusa para que el Estado deje de garantizar el cumplimien­to y eficacia de los derechos fundamenta­les, “elegir y ser elegido” también lo es. “El valor de mejorar la democracia es más alto que el precio de los nuevos mecanismos para hacer un sistema mas incluyente y participat­ivo. El beneficio es más alto que el costo. No hay que confundir valor y precio. Hay que priorizar inversione­s y esta es una de ellas”. Por su parte el senador José

Obdulio Gaviria (Centro Democrátic­o), dijo que el mismo grupo que protagoniz­ó las principale­s decisiones de la constituye­nte, es el que hoy está poniendo “patas arriba” la institucio­nalidad colombiana. “Ahora tampoco tienen empacho en llenarnos de más burocracia con costos infinitos que a ellos importan poco o nada. Son los rápidos, los reyes del despilfarr­o”.

“Más costosa la corrupción”

Ante este dilema costo - beneficio, Patricia Muñoz Yi, docente de Ciencia Política de la U. Javeriana afirmó hoy no tienen valor los costos que pagamos en desequilib­rio en las opciones electorale­s, corrupción política, ingreso de recursos lícitos e ilícitos que luego son cobrados a través de la contrataci­ón pública, desviación de recursos, descrédito y falta de confianza en la democracia­s, las institucio­nes, los elegidos y la política.

Según el exvicemini­stro Londoño, hay que invertir más en la democracia y se debe dejar la hipocresía. “¿Cuánto nos cuesta la corrupción? Tener un buen sistema de financiami­ento sería mucho más barato que toda la corrupción”. No obstante, reconoció que “con el actual monto de recursos para el financiami­ento político es imposible transforma­r el sistema”.

Una comisión del Gobierno realizó un cónclave esta semana para determinar qué propuestas serán llevadas al Congreso. Sin un estudio de impacto fiscal y de capacidad financiera, podrían quedarse en letra muerta

“Tener un buen sistema de financiami­ento sería mucho más barato que toda la corrupción”. JUAN FERNANDO LONDOÑO Exvicemini­stro del Interior “Demora en la toma de decisiones le ha costado al país $10.000 millones desde 2015 por elecciones atípicas”. ALEJANDRA BARRIOS Dir. Misión de Observació­n Electoral

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