Reyes que imperan entre reyes
El Cocha Molina y Hugo Carlos Granados hablan del folclor vallenato, del festival y de su trayectoria.
D os acordeoneros de patio. Esos son los dos Reyes de Reyes del Festival de la Leyenda Vallenata, que siguen en el mundo de los vivos:
Gonzalo Arturo “El Cocha” Molina (1997) y Hugo Carlos Granados (2007). Hoy se elige a uno nuevo. Ambos exponentes del acordeón hablaron con EL COLOMBIANO. El Cocha
Esa expresión, acordeoneros de patio, la emitió El Cocha, para explicar que muchos de los acordeoneros de los últimos años son de escuela, carecen de estilo, de sabor propio y poseen una forma muy estándar. ¿Cómo fue su aprendizaje? “Como los de la vieja usanza, aprendí en el patio de la casa, solos, sin un profesor. Por eso digo que hasta los de mi generación éramos acordeoneros de patio. Agarrábamos un acordeón y nos consagrábamos a sacarle notas hasta que lo conseguíamos”. Tenía modelos: viejos acordeoneros que emulaba... “Por supuesto. En mi caso, esos eran Luis Enrique Martínez y Emiliano Zuleta”. ¿Zuleta Vaquero o Zuleta Díaz? “Los dos, el viejo y el hijo han sido grandes”. ¿Cree que el Festival ayuda a cultivar el folclor? “Este y otros festivales ayudan a concientizar a las personas de lo importante de preservar el folclor y a promoverlo más allá de las fronteras. Los cuatro aires y la piqueria se fomentan en el Festival”. ¿Cómo fue su participación en el Festival vallenato? “Hice todo el recorrido, desde niño hasta adulto. Conseguí las coronas de Rey Vallenato Aficionado, Rey Vallenato Profesional y Rey de reyes”. ¿De qué manera resume su
amplia carrera musical? “Gracias a Dios he podido estar al lado de las más grandes voces del vallenato: Diomedes Díaz, Jorge Oñate, Iván Villazón, Omar Geles y Poncho Zuleta”. ¿Cómo define a cada uno?
“Diomedes, el más completo: componía y cantaba; Oñate: la mejor voz del vallenato, por su tesitura; Villazón: gran can-
tante; Poncho: es folclor”. Dinastía Granados
Por su parte, Hugo Carlos Gra
nados cree que la edición 50 del Festival de Valledupar es prueba de su grandeza. Considera que contribuye a promover la música de acordeón por muchos rincones de Colombia y el mundo. “No es fácil que un certamen de esta naturaleza se sostenga por tanto tiempo”. ¿En la región Caribe, en especial la que integra este folclor, siguen haciendo parrandas vallenatas? “Todavía se hacen. Son espacios en los que, además de cantar el vallenato clásico, con caja, guacharaca, acordeón y guitarra, se cuentan historias y se versea. No lo hacemos mucho los artistas profesionales, por la disciplina que exige el oficio y por los viajes, pero otras personas las hacen todavía, aunque, la verdad, ya no se ven tanto. En ellas está el sentimiento real”. Para usted, ¿cuál es el artista más importante del folclor vallenato? “Es Luis Enrique Martínez. Esa es la escuela que seguimos, porque él dio estructura a la canción vallenata. Aunque, por sus estilos inigualables hay que mencionar también a Emiliano Zuleta Vaquero, Calixto Ochoa, Alejo Durán y algunos otros”. Háblenos de la dinastía Granados... “Comenzó con mi bisabuelo, Tito Granados; siguió con mi abuelo, Francisco Granados; la continuó mi padre, Ovidio Gra
nados. Además de mí, tengo un hermano acordeonero, algunos primos y los hijos de algunos de nosotros siguen la tradición.
Para que los vallenateros de una familia se consideren una dinastía, deben tener al menos tres generaciones de parientes practicando el folclor; la dinastía Granados la integran seis generaciones. Es tal vez la mejor fundamentada de todas”. ¿Hay solidez en la formación de los acordeoneros nuevos? ´Últimamente, los acordeoneros no siguen a un juglar o acordeonero veterano, sino a un artista que tiene popularidad por ser de la nueva ola. Casi no se salen de eso. Por tal razón, no son duraderos. Tienen uno, dos, tres años de trabajo, pero después quedan a un lado porque no tienen estilo propio”. ¿Qué le deja el Festival?
“Recorrí todas sus categorías. Tengo corona de Rey Infantil, Rey Vallenato y Rey de Reyes” ■