PRE-ADOLESCENTES DE SIETE A DIEZ AÑOS
En este momento del desarrollo el niño ya logra hacer razonamientos frente a situaciones mas complejas que pueden llegar a ponerlo en riesgo. Puede discernir fácilmente entre lo bueno y lo malo, siempre y cuando haya contado con el acompañamiento adecuado. Es importante que los padres escuchen atentamente las razones que tuvo el menor para comportarse de determinada manera antes de tomar decisiones frente a cómo abordar algunos comportamientos difíciles que puedan empezar a presentarse en estas edades. Los padres deben evitar hacer juicios anticipados sobre el comportamiento de sus hijos sin comprender a profundidad el por qué de lo que hizo, esto ayudará a tomar decisiones más cer- teras sobre qué tipo de tácticas utilizar para disminuir la probabilidad de que ciertos comportamientos negativos se repitan en un futuro. Los padres deben abandonar la creencia de que una figura de autoridad es la que usa gritos, amenazas y controla cueste lo que cueste. Las estrategias de crianza basadas en esta creencia llevarán al deterioro de la relación padres-hijos, indispensable para afrontar juntos todas las amenazas a las que constantemente se ven expuestos los menores en la cotidianidad. Los padres deben generar espacios que posibiliten conocer las personas que frecuenta su hijo, conocer sus inquietudes frente a temas relevantes que requieren orientación tales como la sexualidad, las drogas, el uso de internet, las redes sociales entre otros.