BLADIMIR, mas fuerte que nunca
mundial se prepara El 14 veces campeón en Italia. reto, en octubre para un nuevo
Próximo a cumplir los 46 años de edad el antioqueño
Bladimir Fernández sigue vigente en el mundo de las artes marciales mixtas. Fue el pionero en Colombia en competir en ese estilo y hoy tiene en mente nuevos retos después de haber sido 14 veces campeón mundial.
“Mi mamá era fanática de Bruce Lee, lo que me llevó a iniciarme en este mundo desde los 5 años. A los 12 era cinturón negro en taekwondo y a los 13 de hapkido”. A los 15 empezó a hacer full contact y su primera pelea profesional fue en esa disciplina, a los 17. “Bruce Lee fue para mí la mayor inspiración y el mayor artista marcial”.
Bladimir se crió en un barrio con dificultades, Santa Cruz, y nunca salió de allí. “Es una zona que ha tenido dificultades, pero en medio de eso llegó el Inder con las Escuelas Populares, la UVA también mejoró mucho la calidad de vida. Me adapté y me gusta ayudar, no ser indiferente y la mejor forma es permanecer en el barrio”.
En el 2004 le hicieron una operación de meniscos y pensó que jamás volvería a competir, pero encontró en el Club Campestre, donde dicta clases, el apoyo para salir adelante. “Me orientaron y me tocó desvincularme un poco de las ligas de taekwondo y hapkido y afiliarme a otras internacionales para lograr invitaciones fuera del país”.
Dice que es una lástima que en Colombia no haya tanto roce. “Somos desconocidos, hay ignorancia acerca de las artes marciales. Entonces uno busca un patrocinio y no lo encuentra ya que no saben lo que es realmente este cuento”.
Entrena 4 horas diarias porque se prepara para asistir a un nuevo Mundial, en octubre en Italia. Sus especialidades son el manejo de armas, combates y poomsaes de hapkido y taekwondo, combate de kickboxing en tatami y pelea de artes marciales mixtas en jaula. “Son 14 títulos mundiales en todas estas categorías”, dice orgulloso.
Ha sufrido 17 lesiones, incluso con diagnóstico de cirugías, pero con su fortaleza mental las superó.
El momento más duro fue la muerte de su mamá, en 2005. “Acababa de lograr mi primer título mundial, pero renuncié a todo por meses, gracias a Dios lo superé”. El momento más feliz dice que es el haber competido los últimos cuatro mundiales con su hija. “Se llama Sara Fernández y es cinturón negro en taekwondo y hapkido y hace kickboxing”.
Tiene distintos tatuajes en su cuerpo y todos relacionados con su familia y estilo de vida. “Se volvieron algo simbólico, todo es familia y muchas cosas referentes a Dios porque creo en él y todos los días le agradezco”