LA CRISIS ES POR LA AVARICIA CAPITALISTA, NO POR LAS POLÍTICAS SOCIALISTAS
Si algo ha generado malestar entre el pueblo venezolano en los últimos años, es la inmensa libertad de acción con la que cuentan los sectores neoliberales que han jugado al fracaso y al derribamiento del proyecto revolucionario mediante la especulación, la manipulación cambiaria, el acaparamiento y contrabando de productos esencia- les y de medicinas, que el pueblo necesita. La crisis no es producto de las políticas socialistas, sino de la avaricia capitalista.
El Gobierno de Nicolás Maduro ha entregado su mayor esfuerzo en la lucha contra las distorsiones que esa avaricia capitalista le genera a la economía nacional, para evitar a toda costa que esa crisis arrase con las grandes con- quistas sociales alcanzadas durante el periodo revolucionario.
Venezuela necesita seguir profundizando en la búsqueda de la justicia y la igualdad social que propuso Chávez, sin la pesada carga de las rémoras capitalistas. Un nuevo proceso Constituyente, basado en el Poder Originario ejercido plenamente por el pueblo, no es en forma algu- na una rectificación que ponga en riesgo los grandes alcances sociales logrados en la Constitución de Venezuela, sino que es un avance necesario para permitirle a la misma colocarse a tono con la nueva realidad social y económica del país, mucho más madura desde el punto de vista ideológico e institucional que hace 18 años