El Colombiano

El país se moviliza en moto

En los últimos 5 años, el mayor crecimient­o de motos se observó en las zonas rurales del país.

- Por FERNEY ARIAS JIMÉNEZ ELE NA OSP INA

La industria asegura que 20 % de estos vehículos genera ingresos a los hogares en Colombia. Además, un estudio de la Andi señala que 3,8 millones de usuarios pertenecen a estratos 1 y 2. Conozca por qué son motor de desarrollo.

La industria de las motociclet­as en Colombia considera que este vehículo es el nuevo corazón del desarrollo económico del país. Hoy se contabiliz­an 7,2 millones de estos automotore­s y al cierre de este año se espera que entren en circulació­n otros 510.000.

Para Juliana Rico Ospina, directora de la Cámara de la Industria Automotriz de la Andi, el aumento de los ingresos en los hogares y la falta de un servicio público de pasajeros eficiente, en la mayoría de ciudades, han provocado que muchas personas compren una moto.

“Esto ha propiciado que muchas familias de estratos 1, 2 y 3 mejoren sus ingresos, porque pueden usar el aparato como herramient­a de trabajo en actividade­s como la mensajería, repartició­n de correo y periódicos o domicilios”, explicó la dirigente.

Los hallazgos

El estudio “Las motociclet­as en Colombia: aliadas del desarrollo del país”, presentado ayer en Plaza Mayor, reveló que el 98 % de las motociclet­as son empleadas por personas de bajos recursos como vehículos de trabajo y transporte. Además, mostró que el 53,8 % de los usuarios pertenece a los estratos 1 y 2.

“Frente a las motivacion­es a la hora de acceder a una motociclet­a, es importante resaltar que casi el 20 % de los usuarios en el país adquieren la suya para aumentar ingresos, es decir, como una alternativ­a para generar recursos económicos adicionale­s a sus familias”, se lee en el texto.

El informe elaborado para las ensamblado­ras de motos instaladas en Colombia (AKT, Auteco, Hero, Honda, Incolmotos-Yamaha y Suzuki) señaló que las ciudades con más participac­ión en el uso de la motociclet­a nueva para aumentar ingresos son Cali con 34,6 %, Cartagena con 32,2 % y Bucaramang­a con 28,7 %.

En el resto de ciudades esta participac­ión es del orden del 20 %, siendo la menor Barranquil­la con el 11,8 %, mientras en Medellín el uso de la moto para obtener más recursos se acerca al promedio nacional, ubicándose en 19,9 %.

Los resultados son coherentes con lo concluido por la Corporació­n Andina de Fomento (CAF), respecto a que la mayor parte de los viajes en motociclet­a en América Latina se realizan por motivos laborales (79 %).

El análisis de la CAF (La motociclet­a en América Latina, de 2015) también encontró que para las personas que usan la moto como herramient­a de trabajo, esta actividad se convierte en su única fuente de ingresos y con una alta satisfacci­ón laboral.

El campo se mueve en moto

El estudio señaló que, en la actualidad, uno de cada siete colombiano­s usa la motociclet­a para transporta­rse, y que en el país se realizan más de 50 millones de viajes diarios.

Igualmente, demostró que en los últimos cinco años el mayor crecimient­o de motos se observó en la zona rural, donde los hogares con este vehículo pasaron del 15,7 % en 2011 a 31,5 % en 2016.

En ese contexto, Rico sostuvo que al ser el vehículo utili- zado por un número significat­ivo de personas en los estratos más bajos, se puede considerar la moto como un elemento importante de inclu-

sión social y, por lo tanto, como un mecanismo clave en la lucha contra la pobreza. Finalmente, cifras gremiales arrojan que el año pasado esta industria empleó a 7.303 personas. Pero si se tienen que de esta cadena productiva nacional hacen parte proveedore­s, área comercial, talleres y redes de servicio e importador­es, los puestos de trabajo asociados al sector superan los 70.000

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ILUS TRA CIÓ N

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