Juan Diego logró su anhelo a los 41 años
“Soy un paisa de corazón, vine por trabajo, pero me enamoré de esta región y ya me quedé acá. Estoy feliz de representarla”.
Juan Diego Calle se considera un hombre tranquilo, le gusta la pesca y comenzó a practicar judo después de los 30 años de edad, más por gusto que por el deseo de competir.
“Empecé en este cuento por un amigo que practicaba desde hace mucho tiempo. Lo hice con la Liga de Judo de Cundinamarca, pero desde el 2010 estoy en Antioquia”.
Este bogotano tiene 41 años, pero desde hace 7, por cuestiones laborales buscó a la Liga paisa para vincularse. Así, continuó con la práctica de su deporte. Al ver sus avances se decidió por la competencia. “Hice la mayor parte del proceso. Estuve en Departamentales, y también he hecho arbitraje”.
Pese a que con Yuri Alvear Colombia ha logrado preseas en mundiales y en Juegos Olímpicos, aún el patrocinio para este deporte está en pañales y a los judocas les toca hacer muchos esfuerzos para participar en los eventos.
Juan Diego, consciente de esa situación, y con el anhelo de representar al país en un Panamericano de la discipli- na, decidió costearse el viaje a Ciudad de Panamá para cumplir ese sueño.
“Me dio la locura de ir y no salía tan costoso. Me di el lujo y valió la pena”.
El judoca se colgó la medalla de plata en la categoría de veteranos y dice que no llegó al oro, porque le faltó fondo físico. “En esa categoría hay gente que se desempeña como educadores físicos, judocas retirados que están en constante actividad física, y por eso quiero mejorar, seguir con el entrenamiento y ojalá pueda aspirar a estar en un Suramericano también”.
Lo de Juan Diego es una muestra de que nunca es tarde para lograr lo que uno se proponga