Medellín también se le midió al Wings for Life
En la capital paisa, al igual que en otras 22 ciudades, se corrió en beneficio de quienes sufren lesiones en la médula espinal.
El pasado domingo, mientras en Kolomna, Rusia, la temperatura promediaba los 9 grados centígrados, en Dubái ascendía a 34.
Por su parte, en Medellín y Bogotá, se coincidía en una mañana acompañada de frío.
Pero esto no fue impedimiento para que en estas ciudades y otras 19 más, de manera simultánea, se sintiera el respaldo a la carrera atlética Wings for Life World Run, evento benéfico que recolecta fondos para la investigación de una cura para las lesiones de la médula espinal.
En su cuarta edición, la prueba tuvo récord de participantes al reunir a 155.288.
En Guadalajara, México, Co- años tenía el corredor más longevo; 16, el más joven.
lombia estuvo representada por el triatleta Felipe Rodríguez. En Medellín el evento lo lideró el motociclista de freestyle Sebastián Tatán Mejía.
“Fue un orgullo representar al país en una carrera tan grande como Wings for Life, sobre todo por lo que significa la causa social. Para un atleta de alto rendimiento esta es la mejor manera de regresar lo que el deporte nos ha dado, por eso más allá del resultado queremos im- pulsar esta iniciativa para que se siga realizando y que muchas más personas se unan a esta causa”, le contó Rodríguez a la organización.
Wings for Life World Run, además de su obra social, es una prueba atlética con un formato de competencia diferente. Todos los corredores alrededor del mundo parten a la misma hora y compiten contra una meta móvil que al sobrepasarlos automáticamente los elimina de la carrera. Esta vez fue un Mitsubitshi Outlander, el carro que ingresó a la vía cuando la carrera llevaba 30 minutos de iniciada y con una velocidad constante fue eliminando a quienes se dejaron alcanzar. Los últimos corredores en ser “cazados” fueron los ganadores