ATAQUE CIBERNÉTICO PLANETARIO: LA TECNOLOGÍA Y LA FRAGILIDAD DEL MUNDO
Ha sido un ataque sin precedentes, por su magnitud y su forma envolvente de dejar sin respuesta a sus millones de víctimas. Sin precedentes pero no inesperado: los mayores expertos en cyberseguridad y los directores de agencias de inteligencia habían advertido desde años atrás que los ataques in- formáticos implicarían un riesgo mundial de la misma gravedad que el terrorismo.
En esta modalidad criminal no hay sangre ni muertos pero se genera un colapso de consecuencias insospechadas. La organización de cualquier actividad en el mundo contemporáneo se apoya en la informática. Que a ella tengan capacidad de acceso hackers desde cualquier parte, hace al mundo vulnerable, pues si bien la tecnología avanza a velocidad inatajable, en paralelo van también los piratas informáticos y su capacidad infinita de encontrar huecos por donde meterse y robar ya no bienes materiales, sino intangibles pero con valor transaccional, como esa moneda virtual (bitcoin).
Personas, empresas e instituciones de más de cien países han resultado afectadas. Se les exige un “rescate” por recuperar la información que les ha sido “secuestrada” por captores invisibles y seguramente ilocalizables. Un escenario hace unos años ci- nematográfico pero hoy en día real, como real es la omnipresencia de las tecnologías aplicadas a cada uno de los ámbitos de la vida contemporánea. El mundo vive un quiebre y asistimos a uno de los mayores desafíos al cual habrá que aplicar toda la inteligencia y la capacidad de respuesta de los Estados