Infecciones respiratorias
Cada año mueren más de 2 millones de niños por la Infección Respiratoria Aguda. Recomendaciones.
Cada segundo de la vida estamos bajo ataque, cientos de millones de virus y bacterias quieren hacer de los cuerpos su hogar. Así que este ha desarrollado un pequeño pero complejo ejército para protegernos, que se compone principalmente de lo que conocemos como el sistema inmune.
Cuando un niño nace apenas ha tenido contacto con patógenos externos, por eso se dice que su sistema inmune es “inmaduro”, y para desarrollar defensas es necesario que algunos de los “soldados” del ejercito los reconozcan, los diferencien del resto de células propias y los eliminen del organismo, o al menos los detengan.
En pleno siglo XXI los niños de América aún mueren en proporciones alarmantes por causas prevenibles con medidas relativamente simples. Las infecciones respiratorias agudas (IRA) representan uno de los problemas principales de salud entre los niños menores de cinco años de los países en desarrollo como Colombia. En la mayoría de casos se trata de infecciones de origen viral.
Para prevenir
Camilo Ortíz Echeverry, pediatra de la Universidad Pontificia Bolivariana, hace tres recomendaciones que ayudarán a prevenir enfermedades infecciosas en los niños, y otras tres para identificar si estos presentan una infección grave o un cuadro leve que puede cuidarse y tratarse de forma adecuada en casa.
Porque la prevención es lo más importante.
1 LAS VACUNAS EVITAN MILLONES DE MUERTES
Vacunar es una de las primeras recomendaciones por su efectividad. En Colombia, el esquema general de vacunas se aplica de forma gratuita.
Según el Centro para el Control y Prevención de enfermedades de Estados Uni-
2 LAVADO ANTISÉPTICO DE MANOS
dos, impide casi tres millones de muertes por año. No en vano los doctores insisten en tomar acciones para prevenir afecciones conocidas en los recién nacidos.
Según Ortíz, el lavado antiséptico de manos –con agua y jabón–, puede llegar a disminuir en un 60 % las infecciones.
“Cuando los niños tienen tos, es importante aumentar la frecuencia del lavado de manos y después de tres usos seguidos del antibacterial, hay que lavar las manos, pues este pierde propiedades”.
También hay que usar tapabocas.
3 LACTANCIA MATERNA HASTA LOS DOS AÑOS
Esta es la forma ideal de aportar a los niños pequeños los nutrientes que necesitan para un crecimiento y desarrollo saludables.
Prácticamente todas las mujeres pueden amamantar, siempre que dispongan de buena información y del apoyo de su familia y del sistema de atención de salud. La OMS recomienda la lactancia materna exclusiva durante seis meses, la introducción de alimentos apropiados para la edad y seguros a partir de entonces, y el mantenimiento de la lactancia materna hasta los 2 años o más.
Según Ortíz, en promedio en Colombia las madres alimentan a sus hijos máximo hasta los seis meses, “incluso algunas lo hacen sólo hasta los tres, cuando concluye su licencia de maternidad”.
Manejo en casa
Si se presenta una afección respiratoria en un menor, antes de acudir al servicio médico, evalúe su estado primero, llevarlo a un centro de urgencias puede empeorar una condición que podía ser leve.
En los cuadros graves se incluye la infección respiratoria aguda que puede tener origen viral o bacteriano, y que para su manejo requiere tratamiento intrahospitalario. En estos casos el niño usualmente presenta fiebre de más de 38°C por largos períodos o dificultades, así como sonidos raros, al respirar.
Los cuadros leves son generalmente de naturaleza viral, muy contagiosos y de corta duración. Incluyen fiebre de inicio súbito, tos y otros síntomas del tracto respiratorio superior como dolor de garganta, congestión nasal y síntomas como dolor de cabeza, dolores mus-
culares y fatiga. Aunque generalmente la enfermedad se resuelve en pocos días, la tos y el malestar pueden persistir más de dos semanas.
4 MANEJO ADECUADO DE LA TEMPERATURA
Si el menor tiene menos de tres meses y presenta fiebre debe llevarse inmediatamente al servicio de urgencias, “porque en bebés, la fiebre desde el primer día se convierte en un factor de riesgo”, dice Ortiz.
Para algunos padres la fiebre es sinónimo de antibióticos, y lo cierto es que es un mecanismo del organismo para defenderse del agente que está causando la enfermedad; es decir, la fiebre puede ser beneficiosa y no en todos los casos se debe suprimir.
Esta medicación sin control podría aumentar la resistencia bacteriana sin necesidad.
Tampoco es recomendable usar métodos paliativos como la toalla mojada en la frente o un baño de agua fría para bajar la fiebre, “estos cambios de temperatura pueden ser mucho más perjudiciales para el niño”.
5 QUÉ HACER CON LA TOS DEL PEQUEÑO
La tos es otro mecanismo de defensa y en una infección respiratoria puede durar hasta dos semanas.
Cuando no existe ningún signo de alarma adicional, es decir la tos no está asociada a decaimiento, o dificultad respiratoria que indique una complicación mayor, lo recomendable es suministrar un expectorante, ojalá de origen natural.
Si el pequeño presenta una infección respiratoria, no lo lleve a la guardería, estos lugares cerrados son muy propensos para propagar infecciones.
6 SECRECIONES NASALES, ¿IGNORARLAS?
Los mocos obstruyen la nariz y producen dificultad para respirar y para alimentarse. Si el niño tiene la nariz tapada con mucosidad seca o espesa, no respira en forma adecuada y está incómodo, no puede comer ni dormir, es importante ayudarle a mantener limpia este órgano.
Si este tiene mucosidad espesa o seca, agregue suero fisiológico o agua con sal en la nariz, para que la mucosidad se despegue y sea expulsada por estornudo, o para que sea más fácil retirarla “sonándola”. No se deben utilizar gotas nasales medicadas, ya que la gran mayoría son nocivas.
Para preparar la solución salina disuelva una cucharadita de sal en una taza de agua potable a temperatura ambiente. Administre el líquido en una jeringa de 3 o 5 centímetros cúbicos en cada fosa nasal –recuerde que la jeringa no debe tener aguja–, permita que el niño estornude y limpie. El procedimiento puede hacerse tantas veces al día como sea necesario. La solución salina preparada debe cambiarse cada 24 horas