Por el José María no se pasa ni Alerta Aeropuerto
El esquema de seguridad del José María Córdova está a la vanguardia en Suramérica. Es tan estricto que no se permitió grabar la popular serie de mulas del narcotráfico.
El principal aeropuerto de los antioqueños, el José María Córdova de Rionegro, tiene un esquema de seguridad tan estricto, con una carnetización de tal rigurosidad, que hace percibir imposible el acceso a las áreas donde se encuentran los controles de vigilancia de la terminal.
Cada empleado está identificado y tiene asignados niveles de acceso según el cargo que desempeña. Por otro lado, la limpieza y el orden imperan en los pasillos, las salas de embarque y el counter. Muchos viajeros ni se percatan de que un completo sistema de cámaras y personal, dispuesto por todos los lugares, trabaja sin descanso para garantizarles seguridad.
El último reporte que se tiene de un suceso que haya alterado la tranquilidad en las instalaciones del aeropuerto se remonta al 11 de mayo de 2015, cuando una maleta abandonada, en la que se pensó equivocadamente que había explosivos, activó los protocolos de emergencia.
Desde entonces, solo se ha tenido noticias del José María Córdova por incidentes en pista, capturas por transporte ilegal de divisas o contrabando, y problemas con la documentación de los viajeros; es decir, registros de los operativos que demuestran la complejidad de los filtros de control en el lugar.
La firma concesionaria encargada del aeropuerto es Airplan S.A. La entidad confirmó que su política consiste en no revelar cómo funciona el sistema de seguridad, con el fin de garantizar su eficiencia, lo cual llevó incluso a rechazar la propuesta del canal interna- cional NatGeo para grabar el conocido programa “Alerta Aeropuerto” en las instalaciones de la terminal aérea.
La llegada de Airplan
Según Álvaro López, presidente de la Veeduría Cívica de los aeropuertos del Centro y Norte de Colombia, desde la llegada de Airplan, en el 2008, las estadísticas muestran una notable mejoría en el control de los delitos en el José María Córdova.
“Hace muchos años la terminal aérea era un coladero de mulas del narcotráfico y por allí ingresaban miles de dólares del extranjero”, afirmó López.
Sin embargo, el esquema implementado por la concesionaria ha permitido, en consideración de López, que el aeropuerto se encuentre a la vanguardia, a nivel suramericano, en seguridad.
El éxito consiste, de acuer-
do con lo expresado por Freddy Jaramillo, gerente del José María Córdova, en saber combinar dos recursos importantes: equipos de última tecnología y personal capacitado.
“La mezcla permite ser eficientes. La idea es que los controles sean imperceptibles para los usuarios. No se trata de intimidar sino de que los pasajeros se sientan confortables mientras se encuentran en el aeropuerto”, explicó Jaramillo.
La terminal cuenta con un circuito cerrado de televisión, con un número de cámaras que la concesionaria no quiso revelar, y equipos de rayos X que escanean a todos los viajeros, sin ser intrusivos.
Las maletas que viajan a la bodega del avión pasan por cinco filtros en los cuales son inspeccionados por máquinas que permiten observar, en tercera dimensión, los contenidos de cada equipaje.
En total hay 400 personas dedicadas a velar por la seguridad del José María Córdova, entre los 150 policías y el personal de las aerolíneas y Airplan que se dedican a ese objetivo.
Además, según Juan José Peña, jefe de seguridad del aeropuerto, también se realizan simulacros para estar entrenados en cualquier suceso de interferencia ilícita.
“Este año llevaremos a cabo uno de secuestro de aeronave en tierra, allí pondremos todos los recursos para estar preparados en caso de que esto ocurra en la vida real”, confirmó Peña.
Resultados
Los controles de seguridad que incluyen medidas como que todos los viajeros internacionales deben ingresar sin zapatos a la sala de embarque, o la prohibición de llevar a bordo del avión trípodes de cámara, dan cuenta de los altos niveles de prevención que maneja el aeropuerto.
La articulación entre la Policía Antinarcóticos, Migración Colombia, la Dian y el equipo de seguridad del José María Córdova, permitieron movilizar sin inconvenientes a 1.415.145 personas en 2016, y a más de 450.000 en lo que va corrido de este año.
No obstante, desde los filtros de migración, según cifras entregadas por las autoridades, el año pasado fueron deportadas 11.400 personas, y en casos más graves, 512 viajeros salieron expulsados del país. Este año ya van 1.474 deportaciones y 10 expulsiones.
Sonia Uribe, directora de Aduanas Seccional Medellín, explicó que los principales riesgos en el aeropuerto son la entrada de mercancía de contrabando y altos valores de divisas sin declarar. Sin embargo, considera que el esquema de seguridad del aeropuerto es bastante robusto.
“Las cámaras nos dan respaldo de las operaciones que realizamos, y nos permiten también controlar el compor-
tamiento de nuestros funcionarios para conocer si se extralimitan en sus funciones”, señaló Uribe.
Entre 2016 y lo que va de este año, la Dian ha realizado 190 aprehensiones de mercancía ilegal avaluadas en más de $860 millones, y retención de divisas por más $3.900 millones, estas últimas procedentes en su mayoría de México y España.
En cuanto al narcotráfico, la Policía Antinarcóticos entregó un reporte en el que la cocaína y las drogas sintéticas aparecen como las incautaciones más comunes en la terminal aérea.
En 2016 se decomisaron 60,5 kilos de cocaína y 9.150 dosis, entre anfetaminas y LSD. Este año van 11 kilos de cocaína y 1.062 dosis de drogas sintéticas incautadas.
Balance
Para Freddy Jaramillo, el solo hecho de que un aeropuerto exista representa un riesgo. Por eso, el trabajo consiste en tratar de llevar los inconvenientes al mínimo.
“Lo ideal sería que en el José María Córdova no pasara nada malo, y aún así nosotros seguiríamos con los controles, aunque a veces resulte incómodo para algunos usuarios. Tratamos de hacerlo con respeto y siempre con el fin de garantizar la seguridad de los vuelos”, manifestó Jaramillo.
Precisamente para el gerente del aeropuerto, esta tarea ha sido la más difícil porque la gente se incomoda cuando las autoridades le informan que no se puede llevar algún artículo, o cuando se les solicita pasar por un procedimiento adicional.
El crecimiento de las incautaciones de droga, los decomisos de mercancía ilegal, o las deportaciones que aumentaron en un 233 por ciento desde 2012, significan, en opinión de Álvaro López, que los controles de seguridad aeroportuaria en Rionegro funcionan como un relojito suizo