LIBERE LOS BANCOS PARA ESTIMULAR A LOS NEGOCIOS PEQUEÑOS
En algún lugar de los Estados Unidos en este momento, un emprendedor está teniendo problemas consiguiendo un préstamo de pequeños negocios para la expansión. ¿La razón? El banco está comprometido con mantener una gran porción de su dinero como deuda gubernamental.
Después de la crisis financie- ra, el gobierno, en la forma de la Reserva Federal, el Controlador de la Moneda y la Corporación Federal de Seguros de Depósitos impusieron requisitos de liquidez que obligan a los bancos con activos de más de 50.000 millones de dólares mantener enormes sumas de deuda pública como activos líquidos.
Estos activos representan $4,3 trillones en deuda con el gobierno, o más o menos una cuarta parte de todos los activos bancarios estadounidenses. Incluyen 1,75 billones de dólares en depósitos bancarios mantenidos en la Fed, 1,5 billones de dólares en títulos respaldados por hipotecas garantizadas por Fannie Mae y Freddie Mac y 560.000 millones en tesorerías de EE.UU.
Los bancos americanos verdaderamente están repletos de deuda pública en niveles cinco veces mayores que la época antes de la crisis. Si el presidente
Donald Trump quiere cumplir con su promesa de aumentar los préstamos a las pequeñas empresas, debe comenzar por la reducción de estos requisitos.
Los requisitos de liquidez de los bancos tienen un costo muy alto para la economía. Los estudios muestran que reducen los préstamos bancarios generales de 3 a 5 por ciento y aumentan las tasas de interés de 15 a 30 puntos básicos. Y de hecho, los préstamos para pequeñas empresas han disminuido en el tiempo desde que los reguladores los impusieron.
En última instancia, según una encuesta de estudios de la Oficina de Investigación Financiera del Tesoro, los requisitos de liquidez reducen el crecimiento económico en hasta 3 puntos porcentuales.lll
Estos requerimientos de liquidez seguirán atando las manos de los bancos incluso aunque la Fed disminuya su balance. Cuando la Fed reduce sus bonos del Tesoro de Estados Unidos y deuda respaldada por hipotecas, también debe reducir el exceso de reservas de las que los bancos dependen para cumplir con los requisitos de liquidez. Como resultado, los bancos americanos tendrán que comprar más tesorería y deuda respaldada por hipotecas y por lo tanto no tendrá capacidad para hacer préstamos privados a los pequeños nego- cios y dueños de hogares que necesitan préstamos.
Teniendo en cuenta que el costo de los requisitos de liquidez de los bancos es claramente tan alto, deberían proporcionar una estabilidad proporcional al sistema financiero. Desafortunadamente, hay buenas razones para el escepticismo en este frente.
Los requerimientos de liquidez bancaria podrían empeorar una crisis a medida que los bancos se ven obligados a guardar activos líquidos y por lo tanto son incapaces de prestar unos a otros. Esa es la peor medicina: en una crisis, uno quiere que los bancos le presten a otras instituciones que necesitan dinero.
Varios economistas con- servadores destacados y yo recientemente hemos hecho un llamado para que la Reserva Federal establezca un marco de trabajo para cualquier préstamos de la Fed durante una crisis financiera.
Un contribuyente clave a la crisis de 2008 fue que la Fed simplemente no estaba preparada, y por lo tanto el mercado no tenía confianza en que ninguna institución financiera estaría protegida.
En lugar de confiar en los requisitos de liquidez costosos y no probados, lo que necesitamos es que la Fed tenga un plan de cómo valoraría y prestaría contra las garantías privadas, incluidos los préstamos para pequeñas empresas y las hipotecas residenciales, que tienen las instituciones financieras solventes.
Los requerimientos de liquidez no nos pueden salvar de la siguiente crisis, y pueden empeorar esa crisis. Mientras tanto, todo el dinero acumulado en los bancos sería mejor invertido en compañías que impulsen el crecimiento económico. Es hora de que los pequeños negocios por todo el país dejen de pagar por los errores de Wall Street
Los requerimientos de liquidez bancaria podrían empeorar una crisis a medida que los bancos se ven obligados a guardar activos líquidos.