Organizaciones sociales serán escuchadas en Quito
Analistas creen que esta nueva etapa con esa guerrilla será de mucho diálogo, pero no de muchos avances.
Con un desayuno en el que también participó el presidente de Ecuador Rafael Correa, inició en la ciudad de Quito, el segundo ciclo de las conversaciones de paz entre la guerrilla del Eln y el Gobierno colombiano.
“Venimos dispuestos a avanzar en acuerdos que protejan a la población civil de ser víctima del conflicto”, expresó Juan Camilo Restrepo, jefe del equipo negociador del Gobierno.
Para esta nueva etapa, las delegaciones escucharán a 80 personas que integran 24 organizaciones sociales quienes expondrán sus visiones sobre cómo sería la mejor metodología para la participación de la sociedad en estas conversaciones de paz, que es uno de los pilares de esta segunda parte.
Avances en temas humanitarios es lo que se espera de este ciclo. Es de anotar que antes de terminar la primera parte de los acercamientos, el pasado 6 de abril, tanto el Gobierno como el Eln anunciaron que el desminado humanitario podría ser la medida para iniciar un desescalamiento del conflicto.
¿Fase con pocos resultados?
Para los analistas consultados por este diario, esta fase puede ser un ciclo de mucho diálogo, pero de pocos acuerdos. Además está marcado por un ambiente de desconfianza tras los recientes ataques del Eln a la infraestructura petrolera y a la Fuerza Pública.
Carlos Velandia, exintegrante de ese grupo guerrillero y actual asesor de paz, cree que la desconfianza es el común denominador para esta nueva parte de las negociaciones, sin embargo “esa fue una decisión que se tomó de negociar en medio del conflicto y por eso tienen la responsabilidad de construir con más agilidad los diferentes acuerdos”.
Es muy probable que a mitad de este periodo, agregó Velandia, se tenga un anuncio sobre desminado humanitario, como avance en ese punto y la
población de Samaniego, Nariño, u otro municipio en el sur de Bolívar, pueden ser escogidos para estas actividades, “justamente porque allí el conflicto no tiene la intensidad como por ejemplo en Chocó, donde se siguen instalando minas antipersonal”, agrega.
Por su parte, Eduardo Álvarez Vanegas, director del área de dinámicas de conflicto y negociaciones de la Fundación Ideas para la Paz, cree que aunque es positivo que los diálogos continúen, también se corre el riesgo de que puedan ser muchos ciclos sin resultados importantes.
“Es una fase que arranca discutiendo dos temas que son fundamentales (participación ciudadana y acciones humanitarias). Se llega con una cantidad de mensajes bastante torpes y equivocados por parte del Eln, por sus ataques e impacto humanitario por voladura de oleoductos, es también una manera de presionar que las negociaciones se hagan con un cese de hostilidades bilateral”.
Para Álvarez la reciente reunión sostenida entre los líderes del Eln y las Farc en Cuba, podría tener algún efecto positivo para el desarrollo de las conversaciones de paz