Inicia plan para que la gente vuelva a Prado
Los palacios y los castillos siguen reinando en Prado, otrora asentamiento de los más adinerados, dueños de empresas y herederos de fortunas. Preservar lo que queda de patrimonio arquitectónico en esa zona del Centro es el propósito de ciudadanos y autoridades, un reto que se oficializará este fin de semana con una actividad cultural que promoverá la unión de los que se rehusan a emigrar y quienes quieren salvar el barrio más tradicional de Medellín.
Hoy es habitado, principalmente, por ancianos, ocupantes de asilos e inquilinatos. Otros, empleados de sedes de empresas en las viejas casonas - algunas restauradas-, están de día y salen en la noche, cuando Prado se queda solo, sin vida.
Pero lo que se quiere con la estrategia Siente a Prado va más allá de mantener la memoria, trata de mostrar que el barrio vive y es de todos, para el disfrute y admiración de los medellinenses.
El urbanista Luis Fernando Arbeláez lo consideró el único patrimonio urbano en Medellín que evoca la ciudad de los años 40: “el barrio Prado no se puede matricular en un estilo, porque no lo tiene. Son estilos libres que toman algo de la arquitectura colonial, o elementos clásicos”, dijo.
Lo que queda y se hará
Prado es considerado para la actual Administración de Medellín un referente de memoria e identidad para la ciudad por sus valores históricos, estéticos y simbólicos.
El barrio está localizado en el Centro tradicional de la capital antioqueña. Según el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) es el único sector de interés cultural de conservación nivel 1 (prioritario) y cuenta con 261 bienes de interés cultural declarados, de los cuales 66 son de conservación integral y 195 de conservación arquitectónica.
La Agencia para la Gestión del Paisaje, el Patrimonio y las Alianzas Público Privadas, asumió la tarea de devolverle la vida a Prado. Su directora, Cristina Zambrano, recordó que en 2007 el barrio tuvo la primera declaratoria patrimonial y en el POT de 2015 se dan lineamientos de intervención, enmarcados dentro de un plan de manejo y protección formulado y que busca la conservación y sostenibilidad.
“Luego de que se hizo la avenida Oriental, en el 73, el barrio Prado se separó del Centro tradicional y los habitantes de allí quedaron sin sitio de encuentro, que era el parque de Bolívar”, apuntó
Zambrano confirmó que para la intervención de Prado se estructuró un proyecto con componente social que cobija a habitantes del sector, “porque queremos que siga teniendo esa la vocación. Queremos incentivar la vivienda, pues esa es la manera de mantener segura la zona”, anotó.
En la estructuración del proyecto, que se hace con apoyo de Prado Vive Fundación para el Patrimonio, se invertirán 1.200 millones de pesos y se espera que esté lista antes del 31 de diciembre próximo.
La intervención urbanística, que comprende aspectos como adecuación de andenes, espacio público e iluminación, recibirá 9.000 millones de pesos y concluiría en el año 2018