Tips para no colgarse con su tarjeta de crédito
Saber cuánto debe y a qué banco permite ejercer control sobre sus finanzas personales. Tome decisiones para estar al día.
Las dificultades para pagar cumplidamente las obligaciones de las tarjetas de crédito, en un año con desaceleración económica y caída de la confianza, exige disciplina para no colgarse y evitar reportes en centrales de riesgo.
Expertos recomiendan hacer una lista de deudas pendientes como el primer paso. Sepa cuánto debe y a quién. Así tendrá claridad frente al camino a tomar, si quiere aliviar su flujo de caja y no ser señalado en el sistema financiero.
Puede usar una hoja de Excel o de papel, de modo que evalúe cada una de las cuentas por pagar a los bancos, teniendo en cuenta intereses, plazos y valor de las cuotas mensuales. “Con esta información a la mano, puede analizar con cuál de ellas puede tener más problemas, si se atrasa en el pago”, dijo Clara Inés Guzmán, líder del Programa de Bienestar Financiero de Old Mutual.
Otra recomendación es empezar por obligaciones de mayor tasa de interés. Si no le da el presupuesto, trate de negociar una refinanciación con el banco, así baja las cuotas mensuales.
Máximo con una tarjeta
Si tiene varias tarjetas de crédito y se enorgullece de ello, evalúe cuál es la más costosa en tasa de interés, cuota de manejo y monto a pagar. Trate de dejar en cero esa deuda y devuelva las tarjetas que le resultan más caras.
No olvide la opción de buscar ayuda en su círculo familiar y entre amigos cercanos, como alternativa para apalancarse y pagar deudas. Se trata de apagar el incendio de sus finanzas de forma menos costosa, antes de atrasarse.
Si con estos pasos continúa apretado, busque otras opciones dentro del sistema financiero para compra de cartera, o adquiera un crédito de libre inversión (la tasa es más baja) para cubrir el monto que debe con su tarjeta (tasa más alta).
Ojo que negociar su deuda con otra entidad financiera puede resultar más costosa. Revise con cuidado y no se vaya por la primera opción ofrecida. Finalmente, usted es quien controla sus finanzas y no las deudas a usted