“Los de arriba se enriquecieron a costa de los que están abajo”
Piedad Córdoba dice que las Farc no le han planteado apoyo a su aspiración presidencial.
Ala exsenadora Piedad Córdoba no le gusta que la relacionen con las Farc ni con Marcha Patriótica, porque considera que lo hacen para criminalizarla y estigmatizarla. Según ella, siempre a “bregado” por la paz y la reconciliación y por eso no se toma esas “difamaciones como algo personal”.
En entrevista con EL COLOMBIANO dijo que no le preocupa si la ven como liberal o de izquierda, porque eso no sirve para explicarle a un trabajador por qué su salario no le rinde y sus jornadas son cada vez más largas.
Agregó que las Farc y Marcha Patriótica están en todo su derecho de constituirse como una colectividad, así como ella viene haciendo esfuerzos desde hace quince años porque Poder Ciudadano, el movimiento que lidera, se constituya como una fuerza política.
¿Es viable una candidatura suya con tantos líderes de izquierda aspirando?
“Lo que ya no son viables son las ofertas que hemos tenido hasta el momento. Diferentes caras para una misma política que favorece a las élites, a los de arriba. Ahí está la raíz de la apatía política. Somos el país más abstencionista de toda América. No es un problema de izquierdas o derechas. Es un problema que la gente, los de abajo, miran a los de arriba en busca de soluciones para los problemas que les afectan en su vida diaria —empleo, salarios, sanidad, educación— y no encuentran respuesta”.
¿Qué ajustes le haría al Acuerdo con las Farc?
“Estamos en el momento en el que la generación de confianza entre un lado y otro se dará si se cumplen los compromisos suscritos. Es esencial que ambas partes vean que se dan pasos concretos, que la palabra dada se cumple. Sentado este marco de confianza, ya habrá tiempo para fijarse en la letra pequeña”.
¿Cuáles serían los ejes programáticos esenciales de su programa de Gobierno?
“Las preocupaciones de los colombianos son claras y están relacionadas con el empleo, las dificultades para sacar adelante un proyecto de vida con tan indignos salarios, la deficiente atención sanitaria, la corrupción, la inseguridad ciudadana, las dificultades de los jóvenes por lograr un trabajo, los servicios básicos caros e ineficientes (...) El 1 % de la población concentra el 20 % de la riqueza nacional. Mientas una minoría acapara tanta riqueza, seis de cada diez trabajadores ganan menos de 240 dólares mensuales”.
¿Cómo combatiría la corrupción en su Gobierno?
“Tolerancia cero con la corrupción venga de donde venga. Se puede acabar con la corrupción y con los corruptos. Es preciso habilitar espacios en los que los ciudadanos puedan controlar y auditar la tarea de cargos electos y funcionarios. Además, será necesario que en las escuelas y universidades se propenda por la formación en valores para reconocer la importancia del bien público y bien común”.
¿Qué opina de que las Farc sin estar desarmadas o desmovilizadas ya estén haciendo activismo político en redes sociales?
“Las redes sociales no son el CNE de Colombia. Lo que se debate allí no tiene ningún tipo de fuerza vinculante ni naturaleza jurídica. Todos tienen derechos constitucionales a crear un partido y participar en elecciones. Luego la ciudadanía decidirá si los apoya o no. Siempre he promovido la paz. Si la participación en un proceso electoral integra y termina de desarmar a todos los actores del conflicto, hemos logrado un gran cometido”.
En su programa económico, ¿cuál sería el papel de la empresa privada?
“La empresa privada tiene una utilidad muy importante si tiene entre sus propósitos la generación de empleo, de producción colombiana y de crecimiento, de ser más eficaces y eficientes. Necesitamos que la empresa privada sea un actor central de la economía real. Lo que no queremos son empresas que no quieren trabajar, que no quieren producir, que solo quieren ganar, pero especulando, jugando a la ruleta rusa a costa de la vida de todos nosotros”.
¿Cómo se relacionaría con el Gobierno de EE.UU.?
“Es indudable que son muy importante las relaciones económicas, financieras, productivas y comerciales que tenemos con ellos. Pero lo que no queremos es que Colombia sea gobernada económicamente por ese país. Por una cuestión de soberanía, pero también por un asunto estric-
tamente de eficacia. Nuestra economía está realmente infrautilizada porque hemos decidido ser marionetas. Es necesario insistir en la industrialización del país y en defensa de la producción nacional”.
¿Cree que el decreto ley de tierras que ya expidió el Gobierno y el proyecto de ley de tierras pone en riesgo la propiedad privada?
“Para nada, ya que en ninguna
parte de estos dos proyectos legislativos se habla de expropiar tierras, ni siquiera está planteado así en el proyecto en el que influyeron las Farc. Lo que van a permitir estos dos es la creación del Fondo de Tierras para formalizar la tenencia y dar acceso a los que la trabajan pero no la tienen”.
Si el partido político de las Farc le ofrece respaldo para su candidatura, ¿aceptaría?
“Esto no se ha planteado. No trabajo ni reflexiono sobre cosas que no han sucedido. Tengo la cabeza puesta en cómo debatir con aquellos y aquellas que están desinteresados de la política, que perdieron su empleo o que no tienen expectativas en el sistema político y no tengo idea cuáles serán las decisiones de las Farc”.
¿Seguirá referenciando al chavismo como modelo aplicable en Colombia?
“Colombia es Colombia. Es una realidad concreta y posee una historia singular. No soy yo a quien le interesa hablar de otros países. Más bien son otros los que prefieren fijarse en lo que pasa más allá de nuestras fronteras para encubrir lo que está sucediendo aquí. Quizás prefieren fijarse en otros gobernantes para ocultar que siete de cada diez colombianos valoran negativamente la gestión de Juan Manuel Santos”.
¿Qué replantearía de la negociación con el Eln?
“La paz es ahora la prioridad y no debemos escatimar ningún esfuerzo para lograrlo, porque no es lo que quiere un lado u otro, es lo que quiere el pueblo de Colombia. Haré lo necesario para que el Eln se inserte en las vías democráticas”.
Posiblemente haya alianzas en la derecha. ¿Usted estaría dispuesta a hacerlas?
“Es demasiado pronto para hablar de esto. En cualquier caso, nuestra preocupación ahora está en el territorio, en poner la oreja y escuchar. Después, ya habrá tiempo de hablar de otras cosas. Las alianzas se deben construir en torno a propuestas y no por un reparto de cuotas de poder”
“Si la participación en un proceso electoral integra y termina de desarmar a todos los actores del conflicto, hemos logrado un gran cometido”.