El Partido de La U no sería protagonista para el 2018
No tiene candidato de peso para las presidenciales y varios líderes estarían buscando espacio en otros partidos.
La U fue el partido que llevó el cartel en las últimas tres elecciones presidenciales. Fue clave en la reelección de Álvaro Uribe en el 2006 y avaló las dos candidaturas de Juan Manuel Santos.
En marzo de 2006, cuatro meses después de su creación, obtuvo 20 curules en el Senado y 29 en la Cámara, poniendo fin a la hegemonía bipartidista. En 2010 se convirtió en la primera fuerza política: 28 senadores y 48 representantes. Aunque en 2014 continuó su reinado, la aparición del Centro Democrático le pasó factura: bajaron a 21 senadores y 37 representantes.
Para las elecciones del próximo año las cosas no pintan bien. Aumenta la brecha entre Santos y uno de los miembros de su guardia pretoriana, el exembajador Juan Carlos Pinzón. La esperanza de varios miembros del partido; la candidatura de Roy Barreras no despega; y al interior y fuera de micrófonos hablan del salvavidas del transfuguismo.
¿A qué se debe este bajonazo? Para Carlos Arias, docente de Comunicación Política de la U. Externado, el ocaso de La U se da porque es una colcha de retazos de caciques electorales que conformaron una empresa electoral para sumarse al carro ganador que significaron Uribe y Santos.
“Hoy se desbarata por la misma razón por la que en su momento se tejió; el interés electoral. La desfavorabilidad de Santos y la divi- sión interna por intereses personales lo llevan a su extinción”, agregó Arias.
Un senador de La U, que pidió no ser citado, le dijo a EL COLOMBIANO que Santos perdió el liderazgo dentro del partido y no parece estar interesado en rescatarlo.
¿Se acerca su fin?
Jaime Duarte, docente del Área de Gobierno y Política de la U. Externado, afirmó que la desaparición de la U está a la vista y que si no hay candidatura fuerte a la Presidencia sus líderes se irán para sus partidos de origen (Liberal y Conservador ), para Cambio o el Centro Democrático.
Para Jaime Alberto Carrión, docente de Partidos Políticos de la U. Nacional, aunque en la opinión pública se ha mostrado una discusión entre Santos y Pinzón, “seguramente hace parte de una or- questa que tiene como fin avanzar en lo electoral”.
Contrario piensa Andrés Felipe Bernal, de la Escuela de Gobierno de la U. Sergio Arboleda. Asegura que La U carece de una ideología clara y de un jefe natural que pueda poner orden al interior y asegurar su supervivencia.
“Sin darse cuenta, Santos le habría dado la estocada de muerte a su propio partido. Sin un candidato que aglutine las fuerzas electorales, la disidencia de varios congresistas de la Costa y la manifestación de varios “uribistas enclosetados” al interior de querer cambiarse de partido, la colectividad pareciera estar cada vez más cerca de su fin”.
Pero Juan Carlos Rodríguez, director del Observatorio de la Democracia de la U. de los Andes, no cree que acerque el final de La U, pese a que está en problemas para encontrar un candidato, entre otras razones, agrega, por la asociación al presidente Santos y su baja favorabilidad, que ningún candidatos quiere heredar. “Buscarán conservar su fuerza parlamentaria, que no desaparece de la noche a la mañana”.
Para Juan Cristóbal Restrepo, director de la Maestría en Gobierno de la U. Javeriana, la U conservará su presencia en institucional, pero más reducida en las próximas elecciones, dado que no se observa un liderazgo al interior ni un candidato presidencial.
¿Que busca Pinzón?
En un mes Pinzón logró con sus trinos y su comunicado lo que otros precandidatos no han hecho en varios: generó agenda y se ubicó en un punto intermedio: apoyo al Acuerdo, pero con reparos en la implementación.
Según Olga Illera, directora del Departamento de Ciencia Política de la U. Jorge Tadeo, Pinzón se muestra como alguien que hará énfasis en la pertinencia de seguridad y el combate a actores armados y disidencias. “Quiere ganar imagen, porque no ha ocupado cargos de elección popular ni tiene acervo electoral”.
Duarte precisa que su afán de desmarcarse puede ser por convicción, puesto que por las carreras para firmar el Acuerdo no quedó un cronograma
claro para la reintegración. “Quiere figurar en el mundo político, y busca una candidatura libre de ataduras. Acuerdo sí, pero poniendo de presente las agendas no terminadas del presidente, para tratar de captar descontentos”.
Germán Valencia, investigador del Instituto de Estudios Políticos de la U. de Antioquia, afirma que Pinzón está en el medio de Uribe y Santos, y ninguno quiere por ahora comprometerse con él como precandidato. “Está buscando aparecer, darse a conocer, crear opinión. Criticando el proceso de paz y a la vez acercándose al sector privado está logrando su cometido”