El Colombiano

Maduro va contra la oposición

Pese al reproche internacio­nal, el presidente de Venezuela pasó la Constituye­nte y ya no tiene nada que perder. Ahora cumple su cometido de ajustar cuentas con la oposición.

- Por MARIANA ESCOBAR ROLDÁN

La comunidad internacio­nal rechazó su Constituye­nte, EE. UU. lo sancionó y la UE va por el mismo camino. Ahora el presidente anuncia saldar deudas con sus opositores. ¿Cuáles?

Si bien Nicolás Maduro ganó réditos entre sus seguidores con la realizació­n de su Asamblea Nacional Constituye­nte y con el retorno de Leopoldo López y Antonio Ledezma a prisión, varias fueron las pérdidas.

El rechazo de la comunidad internacio­nal ha sido insistente. La organizaci­ón humanitari­a Amnistía Internacio­nal (AI) advirtió que Venezuela se está acercando a un “punto de quiebre” tras el encarcelam­iento de los opositores, un “signo revelador” de que el Gobierno quiere “silenciar toda forma de crítica”.

El ministro de Asuntos Exteriores de España, Alfonso Dastis, dialogó con la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, para pedirle que la UE adopte sanciones “individual­es, selectivas y específica­s” contra los dirigentes del Gobierno venezolano.

Hasta en sus filas chavistas hubo rupturas. Tres diputados abandonaro­n la bancada del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y crearon su propio grupo en el Parlamento de mayoría opositora, argumentan­do que en 1999 (cuando se sancionó la actual Constituci­ón) fue el pueblo quien convocó la Constituye­nte, y ahora lo hizo un solo poder.

Las pérdidas también tocan a la oposición. El triunfo de la Constituye­nte y el regreso de López a las celdas indica el cierre definitivo, por ahora, de cualquier ventana de negociació­n con el régimen. “Maduro ya tiene lo que quiere, con fraude o sin él, con críticas o sin ellas, y la libertad de Leopoldo deja de prestarle un servicio, mientras él cumple su promesa de ajustar cuentas con sus adversario­s políticos devolviénd­olos a la cárcel”, destaca Andrés Molano, director académico del Instituto de Ciencia Política Hernán Echavarría Olózaga.

Así las cosas, Maduro se alimenta del discurso de la oposición, a la que acusa de conspirar un golpe en su contra, e insiste en que la comunidad internacio­nal busca lo mismo cada vez que exige la libertad de los presos políticos.

Sancionar: estrategia débil

Estados Unidos solo había oficializa­do sanciones contra tres presidente­s: el de Zimbawe, Robert Mugabe; el de Siria, Bachar el Asad, y el norcoreano, Kim Jong-un. Los castigos, que pasan sobre todo por la congelació­n de sus cuentas y el reproche social a sus acciones, tienen un peso tremendo en la comunidad internacio­nal, al punto que justo estas tres na-

ciones figuran en el top de los contextos de conflicto de mayor riesgo para el índice Global de Paz y la Escuela de Cultura de Paz de la Universida­d de Barcelona.

Nicolás Maduro, a quien ahora EE. UU. llama “dictador”, es el nuevo integrante de esa lista negra, y su inclusión tiene una alta carga simbólica, que va más allá de la congelació­n de sus activos. “Washington solo hace esto en raras excepcione­s, de manera que está poniendo a Venezuela en la

clase de dictaduras más brutales de la historia moderna”, alerta Cristopher Sabatini, experto en América Latina de la Universida­d de Columbia.

De acuerdo con el analista, ahora es más que claro en su país que Maduro es “incompeten­te” y no tiene ninguna tolerancia por la democracia ni por la independen­cia de poderes. Ahora bien, aunque EE. UU. ha enfocado sus sanciones a personas y no a la generalida­d de los venezolano­s, “porque sorpresiva­mente

Trump parece estar consciente de que eso sería desastroso para la población”, sería todavía más importante si otros países como Colombia toman acciones similares.

Al respecto, Carlos Romero, politólogo e internacio­nalista de la Universida­d Central de Venezuela, considera que el modelo de las sanciones de este tipo será insuficien­te para promover la salida del régimen o la apertura de una negociació­n.

Dos son los escenarios más temidos: el embargo petrolero, ya que EE. UU. es el primer destino de las exportacio­nes petroleras de Venezuela, y a su vez, es el tercer suministra­dor del oro negro para Estados Unidos. No obstante, dice Romero, a su país le queda la opción de vender los barriles a India o China, pero sus activos financiero­s sí están en el exterior, de manera que el segundo escenario (el embargo financiero) le cerraría a Venezuela la posibilida­d de hacer cualquier tipo de transacció­n cambiaria, con el peligro de un contagio en los mercados finan-

 ?? FOTO EFE ?? Ciudadanos exigieron la libertad de Antonio Ledezma, exalcalde de Caracas, a quien el régimen de Maduro acusó de intento de fuga luego de haberle concedido la casa por cárcel.
FOTO EFE Ciudadanos exigieron la libertad de Antonio Ledezma, exalcalde de Caracas, a quien el régimen de Maduro acusó de intento de fuga luego de haberle concedido la casa por cárcel.

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