Kenia vota en paz, pero con el riesgo de ruptura
Uno de los países más importantes de África espera que sus candidatos presidenciales admitan los resultados de la elección.
Si bien existía el riesgo de enfrentamientos previos a la realización de las elecciones presidenciales en Kenia, la ciudadanía acudió ayer a votar en paz, y la militarización de los 40.883 puestos de votación garantizó que no se produjeran incidentes en el desarrollo de la jornada.
De hecho, en las calles de uno de los países más relevantes de África se vieron largas filas para decidir quién será el próximo mandatario, por lo que se anticipa que un alto porcentaje de los 19,6 millones de kenianos inscriptos haya participado.
Pero el peligro de un estallido violento sigue presente, mientras al cierre de esta edición no se conocen los resultados de los comicios y representantes de las tribus, además de 5.000 observadores internacionales, siguen voto a voto el conteo.
Aunque en las últimas semanas instituciones y ciudadanos han insistido en la unidad, son muchos los que recuerdan que la violencia nunca se ha producido durante el día del voto, sino antes, para boicotearlo, o después, para castigarlo, como en 2007 con enfrentamientos tribales que dejaron 1.000 kenianos muertos y 600.000 desplazados. En 2013 se estuvo al borde del mismo escenario, por cuenta del mal funcionamiento de las máquinas de votación.
Esta vez, la disputada campaña entre el presidente Uhuru Kenyatta, líder del Partido del Jubileo, y el exprimer ministro Raila Odinga, ha sido empañada con falsas noticias, acusaciones de fraude, y el asesinato de un funcionario
electoral. La tensión aumentó a tal punto que el expresidente de EE. UU, Barack Obama, de nexos con el país por su padre, hizo un llamado a “rechazar la violencia, respetar la voluntad del pueblo, urgir a las autoridades a que actúen con neutralidad y trabajar juntos sin importar el resultado”.
Al cierre de esta edición, y con 76 % de las mesas escrutadas, Kenyatta obtenía 55 % de los votos frente a 44 % para el opositor. Pero ¿qué hay detrás de las tensiones electorales en el país africano? En diálogo con EL COLOMBIANO, Luis Alfonso Ramírez Vidal, docente de la Universidad de Antioquia y experto en estudios africanos, consideró que “como en otras naciones de ese continente, el Estado es muy precario frente al poder que siempre ha tenido la organización tribal. Contra las fuerzas que han propendido por la unidad y la formación de una identidad nacional — una herencia colonial—, las tribus contrarias siguen siendo un foco de tensión y en ese sentido los cambios culturales son muy lentos, por lo que las rupturas se repiten”.
A pesar de su importancia en la región, Kenia no ha estado exenta de dictaduras y regímenes antidemocráticos, por lo que su sistema no es estable y está expuesto a amenazas